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A que nunca te imaginaste que tendrías un ícono de moda como Presidenta
Si en su faceta como primera dama su estilo no gozó de mucho beneplácito, ahora como jefe mayor del Estado Hillary Clinton se ha posesionado como un verdadero ícono de estilo. Estos son 13 looks noventeros que le puedes copiar a tu Presidenta.

En 1992, cuando Hillary Clinton se embarcó en la tarea de recorrer el país para apoyar a su marido en la carrera presidencial, la moda tenía unos únicos protagonistas: los cuadros grandes, cuadros que se habían heredado de las camisas de los leñadores estadounidenses y que, aunque fue Kurt Kubain, el cantante de Nirvana, el que empezó a usarlos con su rock, luego lograron colarse hasta en los roperos más selectos. Las diademas y los buzos cuello tortuga fueron también una insignia noventera. JOHN MOTTERN/AFP/Getty Images
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En St. Louis, ante una multitud que sumaba las 40 mil personas, mientras el candidato Bill Clinton lucía una camisa que apenas le daba tregua con el sudor, su esposa, Hillary alardeaba de una de las grandes consignas de la década de los 90: el jumpsuit. Hacer la moda fácil y rápida fue el objetivo de estos enterizos. TIM CLARY/AFP/Getty Images
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Muchos accesorios que hoy parecen regresar con fuerza a la moda como las pañoletas anudadas en el cuello o gargantillas, los aretes grandes y las diademas de tela que combinaban perfecto con tu atuendo fueron accesorios que marcaron radicalmente todo el look con el que Hillary Clinton se posicionó como la futura primera dama de los estadounidenses. AFP/AFP/Getty Images
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En esta escena sucedida el 12 febrero, de 1993, se podía intuir la relevancia que tendría Hillary en todo el paso de su esposo por la Casa Blanca, mientras ella ganaba aplausos y sonrisas su vestido unicolor, que uniformaba hasta su cinturón, de hombros abombados se convertía en referencia del momento. ROBERT GIROUX/AFP/Getty Images
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Hillary Clinton posaba en 1994 para su acreditación a los Juegos Olímpicos de invierno y dejaba registrado para la posteridad que los sacones oversize (grandes hasta de varias tallas más) fueron comunes tanto en las jovencitas más alternativas como en las mujeres ejecutivas de su generación. CHRIS WILKINS/AFP/Getty Images

Cualquier aficionada a las tiendas vintage siempre está a la casa de una pieza como esta que lució Hillary Clinton en una de sus apariciones públicas en 1995. La gran solapa, los botones dorados, que era una especie de obsesión de la época, y el saco tejido al estilo gallineto en varios colores crearon el estilo 'mom' (mamá) que tanto impera por estos días. JOHN MOTTERN/AFP/Getty Images
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Este viaje a Sri Lanka hizo que Hillary Clinton mostrara su devoción por blusas con hombreras y mangas amplias y abombadas que persistían en la moda desde finales de los 80, época en la que, inspirados en los diseños de Girogio Armani, se consideraba que las mujeres que hicieran su transición al mundo laboral deberían imitar con sus amplias hombreras la cuadratura grande de la espalda masculina. SENA VIDANAGAMA/AFP/Getty Images
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El viaje a Ottawa, Canadá el 24 de febrero de 1995 fue la oportunidad ideal para que la primera dama de los estadounidenses luciera no solo más informal sino que apostara por el fijack, un chaquetón largo, de múltiples bolsillos, de cintura larga que se amarraba con un resorte y que fue el diseño favorito de toda una década. ANDRE PICHETTE/AFP/Getty Images
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Conforme los años 90 fueron avanzando, la moda se empezó a volver un poco más recargada y brillante y el pelo volvió a recobrar el volumen. Hillary Clinton no iba a ser la excepción de esa tendencia. Las chaquetas cortas a la cintura de cuello redondo y de herrajes tipo militar pasaron de la casa Blanca a la moda más común de la calle. YOSHIKAZU TSUNO/AFP/Getty Images
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La capa de botones grandes y cuello, en especial una de color rojo como esta que usó Hillary Clinton en su viaje a Sarajevo, en 1997, es uno de esos legados noventeros que aún pervive en el armario de las señoras más mayores cuando de afrontar las estaciones frías se trata. STEPHEN JAFFE/AFP/Getty Images
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En 1997, Hillary Clinton y quizás muchas políticas de la época se encargaron de popularizar el sastre de falda como una de las opciones más prácticas que tenía una mujer en su armario. Ese conjunto de chaqueta de abotonadura completa y falda tipo lápiz a la rodilla, de un mismo color, se convirtió en los noventa en una especie de uniforme laboral femenino. JOYCE NALTCHAYAN/AFP/Getty Images)
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Nadie podría despedirse de la década del grunge y de los Clinton en el poder sin usar una camisa de amplio cuello que sobresaliera por encima de la chaqueta. En el 2000 este estilo lo ostentaba igual Rachel, la protagonista de la famosa serie del momento Friends, como la propia primera dama. HENNY RAY ABRAMS/AFP/Getty Images
