Demi Moore, Halle Berry, J.Lo, Sharon Stone, Susan Sarandon, Cher, Madonna, Julianne Moore, Joan Collins, son sólo algunas de las famosas que se han hecho de parejas bastante más jóvenes que ellas.
Un tabú que se niega a morir: mujeres mayores con hombres más jóvenes
No es lo mismo ser hombre con una mujer trofeo que una cougar al acecho.



El fenómeno parecería indicar que los tabús en torno a estos emparejamientos han quedado atrás, junto con otras nociones anticuadas, desatando lo que se ha llegado a llamar el cougar craze (el término cougar para referirse a estas mujeres tiene su origen en un libro titulado Cougar: A Guide for Older Women Dating Younger Men, de la canadiense Valerie Gibson). Sin embargo, lo cierto es que el fenómeno sigue siendo noticia, hecho que indica que se trata de algo que nos sigue sorprendiendo y que continúa levantando cejas.

Según Christopher Ryan, autor de S ex at Dawn: The Prehistoric Origins of Modern Sexuality, la imagen de una pareja con disparidad de edades nos conecta en automático con el tabú del incesto, de modo que instintivamente nos provoca rechazo . Sin embargo, en las sociedades occidentales, el emparejamiento entre hombres mayores y mujeres mucho más jóvenes, ha sido una práctica común durante siglos.
Si bien la sociedad tiende a rechazar cualquier emparejamiento donde la diferencia de edades es importante, según un estudio publicado por el Marriage & Family Review, la reacción negativa hacia estas relaciones es mucho más grave cuando la mujer es mayor que el hombre, que cuando se trata del caso inverso. Los participantes del estudio llenaron un cuestionario en el que se les pedía medir su propia percepción acerca de estas parejas, con base en categorías como felicidad, aceptabilidad, duración, verosimilitud de la relación, y hasta qué grado pensaban que la contraparte más joven buscaba una figura paterna/materna, o bien, solvencia económica.

La vilipendiada mujer
¿Por qué es mayor el rechazo cuando la mujer es la mayor en la pareja? Quizá la única diferencia objetiva entre los dos casos, es que una mujer de cierta edad ya no está en su etapa reproductiva, mientras que un hombre arriba de 50, 60 o 70, se puede seguir procreando. Aquella imagen que nos conecta con el tabú del incesto, por ende, se ve amplificada cuando suponemos de manera acaso subconsciente que el acto sexual entre esas dos personas dispares en edad, no tiene fines reproductivos. Dicha relación está entonces sujeta al mismo tipo de repudio social del que son objeto todas las formas de intimidad no reproductiva, como por ejemplo aquella entre los adultos mayores o las parejas homosexuales.
Sin embargo, una encuesta reciente realizada por EliteSingles, una plataforma online de citas, encontró que los hombres de entre 20 y 29 años, prefieren a las mujeres maduras. Amanda Platell, en un artículo publicado en The Daily Mail, trató de descifrar las razones detrás de este fenómeno desde su propia experiencia y a raíz de haber sido cortejada por varios hombres mucho más jóvenes que ella. Al realizar su encuesta, descubrió que la motivación principal de los hombres jóvenes al buscar la compañía de una mujer madura, es que una relación con una mujer arriba de cierta edad representa una relación carente de los compromisos y presiones que una relación con una mujer más joven puede exigir. Por lo general, una mujer mayor ya ha tenido hijos o ya no los puede tener, es económicamente solvente y es independiente. El inconveniente para la cougar es que, eventualmente, cuando estos hombres jóvenes llegan a una edad en la que quieren formar una familia, aquella mujer madura no suele ser la primera candidata.
Seamos francos: si le pasó a una cougar de cougars como Demi Moore... ¿Y cuántas de nosotras nos parecemos a Demi Moore?

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