Investigadores del Servicio de Inmigración y Aduanas atraparon a supuestos depredadores sexuales que trataron de valerse del anonimato que les ofrece Internet para contactar a menores de edad con la intención de abusar de ellas. Los arrestados creyeron que hablaban con niñas y adolescentes, pero en realidad eran agentes encubiertos.