El presidente Donald Trump planea sustituir al secretario de Estado, Rex Tillerson, por el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, tras el deterioro de las relaciones entre el mandatario y el exempresario petrolero, según reportes de distintos medios.
Trump planea sustituir al secretario de Estado, Rex Tillerson, por el jefe de la CIA
Según reportes de prensa que citan a funcionarios de la Casa Blanca el cambio podría producirse a finales de diciembre o principios de enero luego del deterioro de las relaciones entre el mandatario y el actual jefe de la diplomacia estadounidense.

Funcionarios de la Casa Blanca aseguran que el cambio podría producirse en las próximas semanas, a más tardar en enero.
Tal como ha planeado la Presidencia, Pompeo a su vez será reemplazado en la CIA por el senador Tom Cotton, republicano que representa el estado de Arkansas y cercano aliado del presidente Trump en asuntos de seguridad nacional.
Los mismos funcionarios indicaron que Pompeo mostró estar dispuesto a asumir el cargo, si se lo ofrecen, aunque esta información ventilada por los principales medios del país no ha sido confirmada por el mandatario.
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Lo que sí es oficial es el hecho de que esta transición se ha discutido y el jefe de gabinete, John F. Kelly, ha estado al frente del plan y lo ha discutido con otros altos funcionarios del gobierno republicano.
Este jueves, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que no hay cambios planteados por el momento en el gabinete: "El secretario Tillerson continúa liderando el Departamento de Estado y todo el gabinete está enfocado en terminar este increíblemente exitoso año de presidencia de la administración Trump". El mandatario, de su parte, dijo al ser consultado por reporteros: "Él está aquí. Rex está aquí".
La mayoría de los medios de comunicación han considerado a Tillerson una de las personalidades fuertes en el equipo de Trump. Tan fuerte que es difícil combinar su ego con el del presidente, lo que quedó claro luego de algunos roces entre ambos que trascendieron al público a través de versiones periodísticas.
Uno de los más polémicos es el supuesto adjetivo de "idiota" que habría usado Tillerson para describir a Trump durante una reunión con el equipo de seguridad nacional de la Casa Blanca realizada en el Pentágono.
La controversia fue tan grande, que Tillerson se vio obligado a realizar una extraña conferencia de prensa negando una futura renuncia, pero sin aclarar si usó o no el calificativo para referirse a su jefe.
Uno de los asuntos que mayor roce ha generado entre ambos es Corea del Norte, especialmente el enfoque en torno a cómo detener la creciente actividad de pruebas de misiles y ensayos nucleares. Mientras Tillerson ha insistido en las herramientas de la diplomacia y de las sanciones, Trump ha calentado la retórica bilateral al prometer "fuego y furia" si el régimen de Kim Jong Un sigue con sus planes para tener a punto un misil balístico capaz de llegar a cualquier punto del territorio continental de EEUU con una ojiva nuclear.
Apenas este miércoles la embajadora de EEUU ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, tras la más reciente prueba norcoreana con un misil balístico intercontinental, que los dos países están cada vez más cerca de la guerra, y que si ocurre, Corea del Norte será completamente destruida, afirmaciones que la colocan en mayor sintonía con la retórica de Trump.











































