Al exjefe del FBI Robert Mueller, de 72 años, se le conoce por haberse encargado de casos complejos. Pero este viernes le fue encomendado una de las investigaciones de más alto perfil de los últimos años: dilucidar si la campaña del presidente Donald Trump coordinó durante las pasadas elecciones con funcionarios rusos para afectar la canidatura de Hillary Clinton.
Robert Mueller, de 'salvador' del FBI a investigador especial del 'Rusiagate'
El exdirector de la agencia es conocido por un estilo de trabajo minucioso. Algo que le será útil en la investigación sobre los supuestos lazos de la campaña del presidente Donald Trump y Rusia, enargo que le dieron al final de una vertiginosa semana en Washington.

El vicefiscal general, Rod Rosenstein, lo designó como el consejero especial que comandará el 'Rusiagate' porque "el interés público requiere que esta investigación sea puesta bajo la autoridad de alguien que ejerza un grado de independencia de la cadena de mando normal".
Se trata de uno de los funcionarios con mayor credibilidad que ha tenido el gobierno estadounidense, uno que lideró la agencia (de 2001 al 2013) primero bajo un gobierno republicano y al final con uno demócrata.
El exfiscal de San Francisco también es conocido por ser minucioso con los detalles. El diario The New York Times recuerda una ocasión que ilustra cuán acusioso es. Durante un briefieng que le hicieron oficiales de la agencia sobre una operación de vigilancia en la que fue seguido un sospechoso en su vehículo, Mueller hizo todas las preguntas predecibles... para luego soltar: ¿De qué color era el auto?
"Rojo", le respondieron. Pero él insistió: "¿Qué gama de rojo?".
Su nombramiento, algo que no se daba hace una década, se da después de días vertiginosos en Washington.
Primero, el exjefe del FBI James Comey, el entonces encargado de estas investigaciones, fue echado abruptamente del cargo por el presidente. Luego fue reportado que el mandatario compartió información sensible de inteligencia con el canciller ruso, Sergei Lavrov.
Y, en la víspera, medios de peso informaron que Comey había redactado un memo para registrar que Trump le pidió poner fin a las indagaciones al exasesor Michael Flynn por sus lazos con funcionarios rusos, una de las variantes que se investiga.
En medio del 9-11
Mueller, de 72 años, asumirá un cargo catalogado como "innecesario" apenas la semana pasada por la Casa Blanca tras el despido de Comey.
Pero, aunque se trata de una designación inesperada por parte del Departamento de Justicia, no es la primera vez que Mueller se topa con una situación intempestiva. Asumió el liderazgo del FBI apenas una semana antes de que fuesen perpetrados los ataques del 11 de septiembre de 2001. Llegó al cargo tras lograr una votación 98-0 en el Senado.
En ese entonces, hubo pedidos para que se creara una oficina de inteligencia doméstica separada del FBI. Pero Mueller, graduado de las prestigiosas Universidades de Princeton y Nueva York, resistió esos llamados y más bien construyó lo que se denomina como 'el nuevo FBI'.
"Este buen hombre transformó al FBI y mantuvo a nuestro país a salvo", dijo el exdirector de la Agencia Nacional de Inteligencia George Tenet cuando Mueller pasó la batuta a Comey en 2013.
A pesar de estar frente a la agencia en uno de los momentos más relevantes del país se dice que el exfiscal de San Francisco y veterano de la guerra de Vietnam nunca buscó notoriedad.
"Creo que Bob Mueller no tiene el número telefónico de ni siquiera un periodista entre sus contactos de llamada rápida", bromeó el exjefe de la Administración de Seguridad en el Transporte John Pistole el día en que Mueller dejó el cargo en 2013.
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