En una estación de bomberos de Corpus Christi, la ciudad cerca de la cual Harvey entró al continente con fuerza de huracán categoría 4, Donald Trump y su comitiva se reunió con el gobernador de Texas Greg Abbott. El presidente tuvo su estreno en una labor que tarde o temprano tiene que enfrentar todo ocupante de la Casa Blanca: supervisar una zona de desastre causado por algún fenómeno natural.