Un otoño muy cálido con temperaturas hasta de 11 grados Celsius por encima de la media registrada a finales del siglo 20 que está contribuyendo a un deterioramiento de las plataformas de hielo sin precedentes. Así se vivió esta estación climática en una de las zonas del planeta más afectadas por el calentamiento global: el Ártico.
El Ártico vivió este 2016 uno de sus otoños más calientes en miles de años
Los científicos detectaron temperaturas de hasta 11 grados por encima de la media registrada a finales del siglo 20. Eso contribuye a un deterioramiento de las plataformas de hielo sin precedentes.
El del 2016 fue el otoño más caliente en decenas de miles de años en el Polo Norte y en las regiones subárticas y como consecuencia de ese calentamiento podría estar próxima a ocurrir una enorme liberación de grandes cantidades de gases invernadero como el CO2 y el metano (ahora retenido en las capas de hielo o bajo el llamado permafrost), advirtieron esta semana científicos de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en el último “ Informe del Ártico”.
El reporte fue presentado esta semana en San Francisco en el marco de la conferencia de otoño de la Unión Geofísica Estadounidense, la mayor reunión de ciencia y ciencia espacial más grande del mundo, con unos 25,000 participantes.
Según explica la NOAA, tradicionalmente la capa de hielo del Ártico alcanza su superficie mínima entre septiembre y octubre y luego empieza a reaparecer el hielo. Sin embargo, este año esa formación de hielo se atrasó y apenas en noviembre se va notando un poco.
Si esta alteración estacional y climática continúa, los científicos presumen que la región podría quedar libre de hielo hasta por varios meses al año en las siguientes décadas, algo que no parece haber ocurrido en más de 100,000 años.
La desaparición del hielo del Ártico puede favorecer la apertura de nuevas rutas marinas y de nuevas exploraciones petroleras, con significativas consecuencias económicas, ambientales y sociales.
La divulgación de este informe coincide con la preocupación expresa de los científicos del clima, como los de NOAA, ante las declaraciones del presidente electo Donald Trump de que pretende recortar las investigaciones climáticas para favorecer la exploración del espacio profundo.
Ocurre también en la misma semana que los científicos del Departamento de Energía se negaron a ofrecer los nombres de las personas que estudian cambio climático y a responder un cuestionario de más de 70 preguntas sobre los datos y ciencia vinculada con el Plan de Acción Climática del presidente Barack Obama.
"Las altas temperaturas de los últimos meses en Ártico del planetasuperan nuestra capacidad para entender y explicar lo que está sucediendo. Rara vez hemos visto en el Ártico una señal tan clara, tan fuerte y contundente de un calentamiento tan claro y de sus efectos en cascada en el ambiente”, aseguró Jeremy Mathis, director del programa de investigación del Ártico en la NOAA en una mesa redonda.
Según Mathis, otros hitos del año en el polo Norte es que la extensión mínima del hielo marino en primavera fue la más baja de la historia registrada por imagen satelital desde 1967. Y el verano 2016 también fue récord al empatar con el verano 2007 como el segundo registro más bajo de hielo en el Ártico desde 1979.
La preocupación por este ecosistema no es nuevo y la evidencia científica reciente tampoco lo es. Hace apenas 15 días otro estudio informó que se habían detectado en el Ártico temperaturas de 5 grados bajo cero ( 20 grados por encima de lo habitual en estas fechas) en zonas puntuales donde el hielo no está terminando de endurecerse como lo son el Mar de Kara o el archipiélago de Svalbard. Este es un Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo.






