Haber tenido cáncer de seno no implica que debas renunciar al sueño de convertirte en madre si es lo que deseas. Un nuevo estudio demostró que quedar embarazada no implica un mayor riesgo de reincidencia para las sobrevivientes de esta enfermedad.
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La investigación realizada en Europa incluyó a más de 1,200 sobrevivientes de cáncer de seno. Más de la mitad había tenido tumores generados por el estrógeno. Dos años y medio después del diagnóstico inicial y luego de haber culminado el tratamiento, 333 quedaron embarazadas.
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Los científicos compararon su riesgo con el de las 874 sobrevivientes que no concibieron un hijo y encontraron que doce años después del embarazo, los índices de recurrencia eran similares en ambos grupos.
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Aquellas que perdieron el bebé tampoco tuvieron un mayor riesgo.
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Apenas 64 madres proporcionaron información sobre si pudieron amamantar a sus hijos. De esas, 25 reportaron haberlo logrado.
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“Tener una familia es uno de los mayores logros en la vida de una persona. Podemos considerar como seguro el embarazo después del cáncer de seno”, declaró el doctor Matteo Lambertini, del Instituto Jules Bordet en Bruselas, quien estuvo a cargo de la investigación.
Dana J. Palmer/AP
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Actualmente está en curso un
estudio similar en Estados Unidos y otros países para determinar si es seguro que las sobrevivientes de cáncer de seno que desean quedar en estado puedan suspender los bloqueadores hormonales que deben tomar durante los cinco años siguientes al tratamiento.
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“Si esperan esos cinco años para quedar embarazadas quizá será demasiado tarde para convertirse en madres”, dijo Ann Partridge,del Dana Farber Cancer Institute de Boston.
Viktor Drachev/AFP/Getty Images
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Por eso, en este ensayo clínico se pide a los participantes haber usado el bloqueador hormonal durante al menos 18 meses. Luego, las mujeres pueden suspenderlos por un máximo de dos años.
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Sarah Murray of Bridgeport, de Connecticut, es la primera de las estadounidenses que participan en el estudio en tener un hijo. Tenía 29 años y estaba a punto de casarse cuando le diagnosticaron el cáncer en 2013. “No quería que el miedo tuviera efecto en una decisión que me traería tanta alegría”, contó. Su hijo nació en diciembre.