Una de las reuniones políticas más rutinarias y, por regla general, poco interesantes de la temporada, está concentrando mucha atención en Hollywood, Florida.
Cómo una rutinaria y aburrida reunión política en Florida tiene nerviosos a muchos republicanos
La dinámica de la campaña entre Trump y Cruz pone una inesperada presión sobre los miembros del Comité de Reglas que definirán detalles para la Convención Nacional de julio.


Allí, el Comité Nacional Republicano (RNC) celebra su reunión de primavera entre jueves y viernes con la mirada puesta en la convención acional de julio de la que habrá de salir el candidato presidencial de la formación política conservadora.
Delegados del partido y de las campañas de cada candidato estarán atentos a los retoques de las normas que regirán la crucial reunión, una tarea encomendada a la Comisión de Reglamentos.
Los miembros de ese panel saben que están siendo escrutados, sobre todo por la gente del precandidato Donald Trump, quien no se ha ahorrado ni una palabra para criticar tanto al RNC como a las normas que definirán el reparto de los delegados, una operación aritmética y también de filigrana política que arrojará como resultado el candidato republicano a la Casa Blanca en noviembre.
Conforme se acerca la recta final de la carrera republicana se hace más audible el ruido de los rumores sobre alteración de estatutos con miras a favorecer (o desfavorecer) alguna de las opciones sobre la mesa.
¿Por qué se presta tanta atención?
Se trata de una cita de los más poderosos operarios del partido republicano, quienes ejercerán una enorme influencia sobre el proceso de elección del candidato presidencial en Cleveland este verano. Son 168 miembros del RNC, todos los cuales son delegados a la convención nacional.
¿Cambiarán las reglas del partido?
No, porque las reglas no se pueden cambiar esta semana. La única oportunidad de que lo estatutos del GOP se pueden reescribir o modificar es cada cuatro años en su convención nacional. Esa tarea recae primero en el Comité de la Convención sobre las Normas, conformado por 112 miembros, con representación de hombres y mujeres de cada uno de los 50 estados y seis territorios, elegidos por los miembros de sus delegaciones.
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Ese comité se concentra el fin de semana previo a la convención y se le encomienda la misión de aprobar el paquete de reglas que van a regir, no sólo la convención, sino también el partido republicano durante los siguientes cuatro años. Una vez que la propuesta es aprobada por la mayoría de la comisión requiere su ratificación por una mayoría de los delegados de la convención.
¿Qué pasa con la Comisión Permanente del RNC sobre las normas?
Eso es una organización totalmente diferente. Conocido como el Comité "Permanente" de Reglas, se compone de 56 miembros del RNC, uno por cada uno de los 50 estados y seis territorios. Durante el período de cuatro años entre las convenciones, este grupo analiza el paquete de normas aprobadas en la convención anterior.
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Ofrecen nuevas resoluciones, así como modificaciones de las normas existentes. Las resoluciones aprobadas por el comité permanente se incluyen en un paquete de recomendaciones que, al cabo de cuatro años se elevan a la consideración del Comité de la Convención sobre las Normas, que a su vez tiene autoridad para aprobar, rechazar o modificar cualquiera de esas sugerencias, así como a proponer otras.
Con frecuente ambos comités se confunden. Pero, aunque son instancias diferentes, suele haber un trasvase de miembros del comité de reglas que han hecho méritos para pasar al comité de la convención por cuatro años.
¿Cambiarán sus recomendaciones?
Probablemente no, o al menos no lo hará de manera significativa. E l Comité de Reglas ha pasado cuatro años debatiendo estas cuestiones y formulando su paquete de recomendaciones. Debido a ese trabajo, la mayoría de los miembros no ve motivo de retoques de última hora.
Ron Kaufman, miembro del comité de Massachusetts y un veterano Comité de Reglas citado por The National Review dice que las normas vigentes han sido estudiadas y "han pasado por todas las reglas en los últimos cuatro años".
Además, al saberse observados de cerca por los equipos de Trump y de Cruz, prefieren ahorrarse que etiqueten su trabajo de sesgado.
"Después de haber hablado con la mayoría de los miembros, hay un consenso para no hacer cambios", aseveró Randy Evans, miembro del comité de Georgia y presidente de la Asociación Nacional de Abogados republicanos.
¿Por qué tanta expectativa entonces?
Las últimas semanas, entre los corrillos del partido republicano, han circulado dos ideas de manera informal: la primera es que la convención de Cleveland no opere bajo las normas que comunmente se practican en el ámbito legislativo para que la organización no recaiga en el portavoz de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, sino en los delegados, lo que para algunos desembocaría en un caos.
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La segunda, en realidad no es una propuesta sino algo de lo que se ha hablado en el partido concerniente a la regla 40 (b), que estipula que un candidato debe obtener una mayoría de delegados en al menos ocho estados para que su nombre pueda ser presentado a la nominación en la convención.
Fue una norma creada en 2012 que favoreció al entonces precandidato Mitt Romney. Se ha hablado mucho de eliminar la norma, pero no hay medidas concretas. Los partidarios de Trump y Cruz están luchando para mantener la previsión y evitar que un candidato con pocos o ningún delegado pueda colarse en la competición.
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