Clinton y Trump ya tienen oficinas vecinas en Washington DC

Los despachos de ambos en la avenida céntrica de Pennsylvania que une la Casa Blanca al Capitolio abrieron oficialmente este lunes y sus gastos correrán a cargo del gobierno.

Los equipos de transición de Clinton y Trump se mudaron este lunes a Washington DC
Los equipos de transición de Clinton y Trump se mudaron este lunes a Washington DC
Imagen Getty Images

Dicen que en enero de 2009 Tim Geithner, secretario del Tesoro, estaba solo en su despacho en plena crisis económica, días después de que Obama asumiera la presidencia.

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"Al parecer los demás miembros de su equipo estaban esperando que les aprobaran oficialmente el cargo”, ironiza Max Stier encargado en Washington de la transición del próximo presidente a la Casa Blanca. Habían sido nominados, pero sus cargos no habían sido confirmados.

Con estas palabras, Stier nos da una indicación del tiempo que debe esperar un nuevo empleado para poder asumir su cargo y los retos que supone una transición a un nuevo gobierno.

Así a solo cinco meses de la inauguración del o la próxima presidente/a, no es prematuro pensar en la transición. No solo existe un largo proceso de aprobación para muchos de los nuevos cargos, sino que la transición de la maquinaria de gobierno es una tarea importante y complicada.

Mudanza física

La mudanza física de los equipos de transición tuvo lugar hoy mismo en la capital. Sus despachos en la avenida céntrica de Pennsylvania que une la Casa Blanca al Capitolio están ya oficialmente abiertos y sus gastos correrán a cargo del gobierno.

Y el Partenariado por un Servicio Público (Partnership for Public Service), está allí para ayudar en este proceso.

Desde 2008 esta organización sin ánimo de lucro coordina, de manera independiente, la entrada del próximo gobierno junto con las agencias federales y los equipos de transición liderados del lado del republicano Donald Trump por Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey, y del lado de la demócrata Hillary Clinton por Ed Meier, su actual director de Divulgación Política.

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Cuando no está enfocada en la transición, esta organización basada en Washington trabaja de cerca con agencias de gobierno para que sean más eficientes.

Asumir la presidencia es más que obtener las llaves de la Casa Blanca. Detrás existe toda una maquinaria de transición.

Clinton está mejor preparada para este reto que su rival republicano. Además de haber sido primera dama y haber residido en la propia Casa Blanca, conoce bien Washington y tiene el pleno apoyo de los altos cargos del partido, además del respaldo del presidente Barack Obama.

El reto será mayor para Trump, un outsider sin cargo político anterior y con un apoyo tibio por parte del partido republicano.

Contratación de personal

El gobierno en su totalidad emplea a 4 millones de personas entre civiles y militares que trabajan en más de 100 agencias bajo un presupuesto anual de unos $3.8 billones.

De aquí a enero, los equipos republicano y demócrata tendrán que contratar a 4,000 cargos políticos, abogados del gobierno y embajadores entre muchos otros. De estos, más de 1,000 tendrán que ser confirmados por el Senado.

Cincuenta días fue en promedio lo que tuvo que esperar un empleado bajo el gobierno de Obama para poder asumir el cargo. “Pero algunos tuvieron que esperar hasta un año”, lamenta Stier. “Queremos acelerar este proceso” añadió.

El proceso claramente tiene fallos. Un Senado en manos de la oposición podría en teoría bloquear la nominación de un cargo para dañar a un gobierno incipiente.

Y el espíritu de cooperación que acompaña a menudo a los nuevos gobiernos “se desvanece rápido” advierte Stier. Más vale acelerar el proceso desde el inicio para evitar obstáculos.

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Seguridad

Otro reto que deben enfrentar los equipos de transición en un contexto post-11 de septiembre es la seguridad, dice Stier. “La transición es la época de mayor vulnerabilidad”, advierte este experto.

Así, entre otras cosas, la transición incluye asistir a briefings de seguridad. El equipo de transición también recibirá soporte en el área de ciberseguridad. Tras la reciente filtración de emails del Partido Demócrata publicada en Wikileaks, la tarea parece fundamental.

Pero ante todo, Stier insiste en que su meta es “asegurar que nuestro próximo presidente esté listo a gobernar el primer día”. Se trata de empezar con buen pie. Sobre todo porque de acuerdo a este experto muchos de los retos que el gobierno enfrenta empiezan al inicio.

Que los candidatos puedan cumplir sus promesas tendrá mucho que ver con su habilidad para gobernar.

Y la transición aparentemente no es un asunto partidario. “Todo el mundo tiene un interés en que esta transición se haga lo mejor posible”, señala Stier.

Así que mientras Trump y Clinton empiezan oficialmente su carrera hacia la Casa Blanca recorriendo el país como candidatos oficiales, sus equipos de transición están echando una alfombra en el portal para suavizar su aterrizaje en Washington en enero.

Pero solo hay un juego de llaves. ¿Quién conseguirá una mayoría de votos para merecerlas?

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