Arkansas planea ejecutar a 8 presos en 10 días, urgidos por el vencimiento de un líquido de la inyección letal

Si el calendario se cumple tal como está previsto, del 17 al 27 de abril, las ejecuciones se realizarán a un ritmo nunca antes visto desde que se reinstauró la pena de muerte en Estados Unidos en 1977.

Estos son los ocho reclusos que serán ejecutados (de izquierda a derecha, en sentido de las agujas del reloj): Bruce Ward, Kenneth Williams, Jack Harold Jones, Jason McGehee, Stacey Johnson, Don Williamson Davis, Marcel Williams y Ledell Lee.
Estos son los ocho reclusos que serán ejecutados (de izquierda a derecha, en sentido de las agujas del reloj): Bruce Ward, Kenneth Williams, Jack Harold Jones, Jason McGehee, Stacey Johnson, Don Williamson Davis, Marcel Williams y Ledell Lee.
Imagen Arkansas Department of Corrections

El estado de Arkansas planea ejecutar a ocho reclusos en el plazo de 10 días en abril, siendo el mayor ritmo de penas capitales aplicadas en cadena en la historia reciente de Estados Unidos. ¿Y por qué? Para evitar que se venza un sedante que forma parte del cóctel (midazolam) de la inyección letal y que expira a finales de abril.

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Los ocho hombres que serán ejecutados –cuatro blancos y cuatro negros– forman parte de los 34 que se encuentran en los corredores de la muerte de Arkansas, según el Departamento de Correccionales de Arkansas. Son Bruce Earl Ward (de 60 años), Keneth Williams (38), Jack Harold Jones Jr. (52), Jason McGehee (40), Stacey Johnson (47), Don Williamson Davis (54), Marcell Williams (46) y Ledell Lee (51).

Todos fueron sentenciados por asesinato.

Las penas capitales en Arkansas habían sido suspendidas en 2005, a raíz de la escasez de las sustancias empleadas para las inyecciones letales en el país.

El gobernador del estado, Asa Hutchinson, fijó las ejecuciones de los ocho hombres entre el 17 y el 27 de abril, a razón de dos por día al considerar las dudas sobre la futura disponibilidad de los líquidos empleados.

Si el calendario se cumple tal como está previsto, las ejecuciones se realizarán a un ritmo nunca antes visto en estado alguno desde que se reinstauró la pena de muerte en Estados Unidos en 1977, según el Death Penalty Information Center. Una cifra similar solo fue alcanzada por Texas, que en 1997 ejecutó el mismo número de personas, pero en un mes (entre mayo y junio) y no en 10 días, dice el centro.

Hutchinson, que tomó la oficina en 2015, aseguró que se trata de una "acción necesaria": "Las familias de las víctimas no deben vivir con la incertidumbre luego de décadas de revisiones", dijo.

Los abogados de estos ocho hombres han urgido al gobernador para que reconsidere el uso de la inyección letal en sus clientes.

Los críticos del uso del midazolam en ejecuciones aseguran que es un sedante y no un anestésico, por lo que en muchos casos los reclusos a quienes se les aplica llegan a sentir dolor durante su muerte. En un caso en Oklahoma, por ejemplo, el preso Clayton Lockett murió 43 minutos después de que le aplicaron la inyección y aparentemente con mucho sufrimiento.

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A poco más de un mes de la fecha de la primera ejecución de esta ronda de ocho, Arkansas no ha recompuesto sus insumos de cloruro de potasio, la tercera droga fatal que es inyectada en el cóctel de la muerte, pero un vocero del gobernador dijo a los medios que esperan tenerlo a tiempo.

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