Los Ángeles celebra elecciones en marzo, esta vez para elegir a sus representantes locales

LOS ÁNGELES, California.- Apenas cuatro meses después de los comicios presidenciales, los angelinos están llamados de nuevo a las urnas el 7 de marzo para elegir a sus dirigentes locales empezando por el alcalde, Eric Garcetti, quien se presenta como claro favorito a la reelección, así como para votar varias iniciativas impositivas centradas en la marihuana y el problema de la indigencia.

La contienda que debería ser más atractiva, la de la alcaldía, no parece que vaya a deparar sorpresa alguna. Garcetti, que este martes recibió el respaldo de Barack Obama para renovar el cargo, se mide en una primera vuelta a diez aspirantes al cargo que son desconocidos en la escena política y carecen de la capacidad financiera para desarrollar grandes campañas. Las contribuciones obtenidas por los rivales del alcalde apenas si han rebasado una décima parte de los 3.1 millones de dólares que ha recaudado el edil, según cifras oficiales.

Garcetti, nieto de un inmigrante mexicano, activamente en apoyo de la campaña de Hillary Clinton en las pasadas elecciones, fue orador en la Convención Nacional Demócrata y en las últimas semanas se ha pronunciado contra las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump dirigidas a acabar con las ciudades santuario y a vetar la entrada de inmigrantes de siete países de mayoría musulmana -así como a refugiados- en EEUU.

La batalla electoral más interesante es la que libran veinte aspirantes al Distrito 7 de Los Ángeles, cuya jurisdicción abarca el noreste del Valle de San Fernando, que comprende los barrios latinos de Pacoima y Sylmar. El cargo quedó vacante tras la salida el 11 de septiembre de Felipe Fuentes, para tomar un empleo como cabildero en Sacramento por la Asociación de Contratistas de California.

En esta elección municipal ha sorprendido que el periódico Los Angeles Times no respaldó la campaña de relección del concejal del Distrito 1, Gil Cedillo, un político veterano que es identificado por su larga lucha en la legislatura estatal para que California otorgara licencias de manejo a los indocumentados.

La mesa editorial del rotativo apoyó a su rival Joe Brady-Ali, dueño de una tienda de bicicletas y activista. A pesar de su falta de conocimiento legislativo, el Times señaló que su “experiencia administrando un pequeño negocio en la ciudad le hará una voz rara e importante en el Concilio”.

Para otros cargos en juego no se presentaron contendientes. Así, el procurador municipal Mike Feuer y el contralor Ron Galperin avanzan hacia una garantizada reelección.

Si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, entonces los dos aspirantes con más boletas escrutadas a su favor se irán a una segunda vuelta electoral el 16 de mayo.

Impuestos a la marihuana

Tras la legalización del consumo del cannabis para uso recreativo en California, el gobierno angelino propone una ordenanza -identificada como Medida M- que le autoriza establecer un impuesto de 100 dólares por cada 1,000 que genere la venta de la hierba a partir del 1 de enero de 2018. También le permitiría fijar sanciones.

“Esta medida permitirá a la Ciudad establecer nuevas regulaciones y medidas de aplicación de la ley, después de recibir comentarios del público sobre la actividad comercial del cannabis”, explica la Oficina del Administrador Municipal (CAO) en un comunicado.

Dicha propuesta ha recibido el respaldo del jefe de la Policía de Los Ángeles (LAPD), Charles Beck; la Liga de Protección de Policía de Los Ángeles (LAPPL); así como de la Federación de Sindicatos del condado.

Asimismo, la Ordenanza N, una iniciativa ciudadana, pide que la comercialización del cannabis, tanto para uso médico como recreativo, quede en mano de los 135 dispensarios de marihuana autorizados por el Ayuntamiento de Los Ángeles, a menos que el Concilio decida incrementar esa cifra. Asimismo, pide que se fije un impuesto de 80 dólares por cada 10,000 en las ventas de la hierba.

El 8 de noviembre, los californianos dieron luz verde a la Propuesta 64, que permitirá en 2018 a los mayores de 21 años poseer, transportar y comprar 28.5 gramos de marihuana para usarla con fines recreacionales. También se aceptó que la hierba sea gravada con impuestos, como ocurre con el tabaco y el alcohol.

De acuerdo con los proponentes de esa enmienda, los gobiernos municipales y el estado recaudarán más de 1,000 millones de dólares anuales en impuestos por su comercialización, suma que se destinaría a programas para la prevención, tratamientos contra las drogas y para las policías.

Un plan para los desamparados

En distintas localidades del condado se votarán 12 iniciativas locales y una general, identificada como la Medida H, la cual pide que se destine un cuarto de centavo del impuesto a las ventas durante diez años para financiar servicios de salud mental, tratamiento de abuso de sustancias, educación, capacitación laboral, subsidios de alquiler, transporte y otros servicios a los indigentes.

La iniciativa, que necesita dos tercios de los votos para ser aprobada, espera colectar alrededor de 355 millones de dólares cada año. Se calcula que casi 50,000 indigentes viven en el condado angelino.

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