La dieta del Baryonyx
Representación artística de un Baryonyx
Los terópodos eran una clase de dinosaurios carnívoros con actividades dietarias bien definidas. Dentro de esta clasificación de dinosaurios se encontraban el hiperfamoso Tyrannosaurus Rex o los igual de populares Velocirraptores, que causaban estragos en el caricaturesco parque de Jurassic Park.
Normalmente perseguían insaciablemente a sus presas por territorio firme, y se enfrentaban a dinosaurios hasta de dimensiones gigantescas, volviendo cada almuerzo y cena todo un festín similar a una masacre.
Uno de estos dinosaurios terópodos era el Baryonyx walkeri, un ejemplar descubierto en 1983 por un aficionado británico. A simple vista, puede intuirse que este dinosaurio tenía las mismas costumbres alimentarias que sus pares, y que cazaba dinosaurios de la misma manera que todos los de su tipo.
No obstante, el extraño cráneo de este dinosaurio siempre había generado sospechas entre la comunidad paleontológica respecto a la manera de alimentarse que tenía este dinosaurio. Su cráneo es similar al de un cocodrilo, y por consiguiente muy diferente al de un terópodo común, lo cual hacía dudar mucho a los paleontólogos sobre si la alimentación del Baryonyx era igual a la de un Tyrannosaurus Rex, por ejemplo.
Un yacimiento con escamas y dientes de peces a medio digerir junto a restos fósiles de este dinosaurios hacían abrir más interrogantes respecto a las cuestiones dietarias de este animal, pues estas piezas se hallaron justo en la región abdominal del mismo.
Pero gracias a las modernas técnicas de computarización y simulación, los científicos han logrado recrear las funciones alimentarias del cráneo del Baryonyx, y a la vez compararlo con un cráneo de cocodrilo para conocer así de forma definitiva cuáles eran las costumbres dietarias de este terópodo.
Utilizando estas técnicas, los paleontólogos lograron descubrir que el Baryonyx se alimentaba por lo menos a veces de peces, lo cual genera toda una serie de interrogantes a ser investigadas en relación con la dieta de estos animales.
Este notable hallazgo fue publicado en “ Journal of Vertebrate Paleontology”, y hace ver una vez más que respecto a los dinosaurios nunca está todo dicho.
VIA | El Mundo