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¿Existe una cura para la hepatitis?

Publicado 27 Oct 2015 – 08:00 PM EDT | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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La hepatitis es, por definición, la inflamación del hígado. En la mayoría de los casos la hepatitis es causada por los virus de la hepatitis, sin embargo también se puede deber a otras infecciones, sustancias tóxicas o enfermedades autoinmunes.

Habitualmente hablamos de hepatitis A, B, C,D y E. Estas variantes de la enfermedad corresponden a cada uno de los cinco virus identificados por los científicos hasta el momento.

La hepatitis puede derivar en afecciones graves como una fibrosis, la cirrosis o hasta el cáncer de hígado. Antes de contestar si la hepatitis tiene cura, veamos en detalle las variantes de esta enfermedad.

Tipos de hepatitis

Según la Organización Mundial de la Salud, la hepatitis A y la E son causadas por la ingestión de agua o alimentos contaminados, y las hepatitis B, C y D se transmiten por el contacto con fluidos corporales infectados.

Estas últimas variantes se transmiten comúnmente por vía sexual o por el uso de jeringas infectadas y material médico no esterilizado. 

Algunos de los síntomas que pueden aparecer son coloración amarillenta de piel y ojos, orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

Entre los síntomas más comunes se incluye la debilidad, el cansancio, las náuseas, coloración amarillenta de piel y ojos, fiebre, dolor abdominales, heces de color claro y orina de color oscuro.

El virus de la hepatitis A (VHA) causa la variante más leve de la enfermedad. La mayoría de las veces el paciente se recupera por completo y adquiere inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Existen casos excepcionalmente graves de Hepatitis A, sin embargo esto no es lo más común, ya que se cuenta con vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección por el VHA.

El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite por vía sanguínea, sexual y materna. Si bien también existe una vacuna segura y eficaz para prevenir esta infección, esta variante de la enfermedad es una de las mas graves.

El virus de la hepatitis C (VHC) se transmite principalmente por vía sanguínea a través de jeringas compartidas, máquinas de tatuajes no esterilizadas o transmisiones de sangre contaminada. La transmisión por vía sexual también es posible, pero mucho menos común. Para este virus no existe vacuna.

El virus de la hepatitis D (VHD) solo causa la enfermedad cuando existe, además, infección del virus de la hepatitis B. En estos casos la enfermedad es mucho más grave.

El virus de la hepatitis E (VHE) es muy similar al VHA y se transmite de la misma forma. También existen vacunas eficientes contra este virus, pero su distribución es muy limitada.

¿Cómo se trata la hepatitis?

Para la hepatitis A no se recetan medicamentos, solo reposo y un gran consumo del líquidos. Sin embargo, la hepatitis B y C pueden ser tratadas con medicamentos, aunque la cura no está garantizada.

Más del 40% de las personas que tienen hepatitis B o C no ven efecto al tomar los medicamentos. Es decir si bien existe tratamiento, no existe una cura que permita que el 100% de las personas vuelvan a estar libres del virus. Esto hace que muchas personas terminen teniendo hepatitis crónica y puedan infectar a otras personas. Además, estos medicamentos no pueden utilizarse en mujeres embarazadas, por lo tanto no hay forma de evitar la transmisión de la madre hacia el feto.

En general se utiliza peg-interferón, que se encarga de estimular el sistema inmune para que ataque al virus. Los efectos secundarios de esta droga son la fatiga, cuadros depresivos, problemas de piel y cabello y síntomas parecidos a la gripe.

En el caso de la hepatitis C, es muy utilizado en interferón y la ribavirina que, estadísiticamente, funcionan en casi la mitad de los pacientes con la enfermedad. En caso de ser efectivo en el corto plazo, igualmente se necesitan al menos 24 semanas de tratamiento para determinar si la persona está curada o no.

Hace algunos años se comenzó a hacer ensayos clínicos de dos drogas combinadas: sofosbuvir y daclatasvir, que curaban al 100% de las personas infectadas. Por algún motivo desconocido, los ensayos se detuvieron cuando se encontraban en la tercera fase de investigación.

Básicamente podemos decir no existe una cura para la hepatitis B y C que sea definitiva y sirva a la totalidad de la población infectada. A pesar de ello, sí existen tratamientos que han probado ser más o menos seguros y efectivos.

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