Conociendo a las geishas I
Pensar en Japón y en sus tradiciones culturales (en su gran mayoría de antaño), nos lleva inevitablemente a dirigir nuestro pensamiento a las geishas, unas mujeres que han sido y son una institución de la cultura de Japón, un grupo que a lo largo de su historia ha intentado mantener su idiosincracia y costumbres típicas a pesar de la creciente occidentalización de su país.
Adentrémonos un poco a conocer a estas mujeres, para luego, en la segunda parte de este artículo, conocer un lugar de Kyoto en el que se podrá conocer de cerca a estas interesantes mujeres con costumbres que resultan singulares al día de hoy, lo que las vuelve por definición personas sumamente interesantes.
Originariamente las geishas eran mujeres que se dedicaban al entretenimiento y compañía de las personas (actividad que ejercen hasta el día de hoy) . Se las ha vinculado con el ejercicio de la prostitución, pero esta es una creencia errónea que se ha ido forjando porque las prostitutas japonesas se hacen pasar por geishas intentando vender una imagen que atraiga clientes. Las geishas pueden mantener relaciones sexuales con sus clientes, pero esto no necesariamente las vuelve prostitutas: no son pagadas por tener sexo.
Contrariamente, las geishas cobran por otros motivos. Son estos la diversión de sus clientes y la compañía a ellos, quienes contratan los servicios de las geishas en las casas de geishas, instituciones que funcionan hasta el día de hoy y que nuclean a mujeres que viven en comunidad con sus pares geishas.
Desde luego que la historia de las geishas parece apasionante y profunda, y que sin dudas marca un icono dentro de la cultura y el imaginario colectivo nipones. Para ampliar información acerca de estas mujeres, les recomiendo visitar este link de Wikipedia, donde se detalla de forma correcta y completa la historia y evolución de las geishas.
En la segunda entrega de este post podrán apreciar un mítico lugar japonés que nuclea a estas mujeres y a sus costumbres: el barrio de Gion