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¿Cómo duermen los astronautas en el espacio?

Publicado 6 Mar 2018 – 03:59 PM EST | Actualizado 23 Mar 2018 – 09:59 AM EDT
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Dormir bien es importante para todo el mundo. La falta de sueño puede afectar tu conducta diaria, alterar tus capacidades cognitivas o modificar tu reloj biológico.

Consecuencias para nada convenientes en general, pero mucho menos si uno vive y trabaja en la Estación Espacial Internacional, el último lugar en el que uno quisiera experimentar cambios de humor, fatiga, trastornos del metabolismo y cometer un error o una omisión en su trabajo.

Así que los astronautas, más que nadie, deben asegurarse un buen sueño.

Cuentan, como sabemos, con un inconveniente: la ausencia de gravedad, ese maravilloso fenómeno natural que nos permite mantenernos inmóviles cuando reposamos horizontales.

Dormir en el espacio

De modo que la principal tarea de los astronautas al pensar en su descanso nocturno es asegurarse de no flotar libremente por la habitación y chocarse contra el techo y las paredes.

Para ésto, suelen descansar dentro de sobres de dormir que pueden atarse a diferentes plataformas fijas, que pueden ser camas o paredes, es decir que pueden dormir horizontal o verticalmente.

Para ser exactos, en el espacio no hay ni arriba ni abajo, así que no hay vertical y horizontal, y los astronautas no tienen peso, de modo que no experimentan la sensación de verticalidad.

En la Estación Espacial Internacional ( EEI), generalmente toda la tripulación tiene su propia cabina personal para disfrutar de un sueño tranquilo y sin interrupciones. Son cabinas privadas y a prueba de sonido, donde los astronautas también pueden escuchar música, usar una laptop, leer y guardar sus pertenencias personales.

Tener su propio espacio personal para dormir es indispensable también para que cada astronauta establezca sus propios horarios para dormir.

Para no alterar su reloj biológico y sus hábitos de sueño, los astronautas deben llevar una agenda y prestar especial atención a los horarios, ya que hay 16 atardeceres y amaneceres en la EEI cada 24 horas.

Esto, sumado a la situación de estar en el espacio y a otros aspectos puntuales como el mal de movimiento, pueden alterar su rutina de sueño.

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