Jimmy Amisial, estudiante de Texas, encuentra un bebé en la basura en Haití y ahora busca adoptarlo
El estudiante de la Universidad Estatal de Texas, Jimmy Amisial, caminaba por Haití en una visita a su familia y encontró a un bebé en la basura. Un grupo de personas estaba rodeando al menor, pero tenían miedo de tocar al bebé porque temían que el niño tuviera una maldición. Desde entonces, su vida cambió para siempre.
AUSTIN, Texas. - Mientras se encontraba visitando a su familia en Haití en el año 2017, el estudiante de la Universidad Estatal de Texas, Jimmy Amisial, escuchó ruidos extraños y notó una multitud rodeando algo entre la basura. Bajo curiosidad, Amisial se acercó hacia la multitud y se percató que había un bebé llorando, pero nadie lo ayudaba.
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“Estaban diciendo que tenía una maldición, que si trataba de tocar al bebé que el diablo estará tratando de atraparme. Pero yo no vi un bebé con una maldición, vi una preciosa alma. Así que lo agarré. No tenía ropa y estaba llorando. Estaba con dolor insoportable”, indicó Amisial.
Cuando llegó a su casa su mamá se sorprendió con el bebé, pero decidió ayudarlo. Tenía picaduras de hormigas y había sufrido una reacción alérgica, según Amisial.
El estudiante universitario explicó que una vez en casa, llamó a la policía para hacer la denuncia y se quedó con el bebé durante la noche mientras la policía investigaba el caso, como lo sugirieron las autoridades. Al día siguiente, un juez se presentó en la casa de su madre para preguntarle si quería la custodia temporal del niño ya que nadie se había presentado a reclamarlo.
“Yo no sabía qué hacer…pasé muchas noches sin dormir analizando qué decisión tomar…yo siempre he querido ser parte de algo más grande y con fe dije que sí”, indicó Amisial.
Aunque para aquel momento Amisial tenía solo 22 años y se encontraba estudiando en San Marcos, Texas, dijo que quería hacer una diferencia en el mundo y para poder lograrlo, lo haría adoptando a Emilio. Según narró, muchos de sus amigos lo "tildaron de loco", pero los que lo conocían hace años sabían que lo hacía por amor.
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Su historia de adopción y lucha se hace viral en redes sociales
Amisial tuvo que dividir su tiempo entre criar a un hijo en Haití, donde Emilio actualmente vive con la madre del universitario y asistir a clases en San Marcos. Desde Texas, Amisial se comunica a diario con el niño y se mantiene pendiente de sus necesidades.
Según narró, ha sido difícil el proceso porque no ha podido viajar hacia su país natal debido a la pandemia del covid-19 y luego el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. Además, el proceso de adopción tuvo una carga financiera muy grande y tuvo que dejar sus estudios, aunque solo por un tiempo.
El universitario compartió su historia a través de las redes sociales, sin saber el gran impacto que tendría y rápidamente se hizo viral. Con la ayuda de la comunidad, Amisial logró recaudar unos 128,000 dólares para la adopción oficial de Emilio y para traerlo a Estados Unidos, una labor que ha sido cuesta arriba.
A medida que se formaliza la adopción, Emilio se prepara para comenzar su tercer año de escuela y su padre Amisial, ahora con 27 años, regresará a la universidad para continuar con su plan de estudios en el próximo semestre de primavera.
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“Yo espero que esta historia sirva de inspiración a las personas, es una historia de amor”, indicó Amisial.
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Cortesía de la familia Polinske.
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Maria 'Toni' Polinske con sus bebes en tiempos felices. En 1985, viajo con su marido a México para visitar orfanatos en busca de un bebé para adoptar, pero como ambos tenían más de 40 años, fueron rechazados. Entonces, buscaron otras opciones, pasando por una iglesia en Torreón, Coahuila. Aunque su idea originalmente era tener dos hijos, terminaron adoptando a tres, Michelle, Amanda y Michael, todos nacidos con pocas semanas de diferencia de madres distintas.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
David Adams/Univision
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Toni Polinske sentada afuera de su casa en Midland, Texas.
Crédito: David Adams/Univision
Cortesía de la familia Polinske.
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Michael Martínez nació en México y fue adoptado por la familia Polinske en Texas con dos días de edad. Fue deportado a México en 2011, a los 26 años.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
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Cortesía de la familia Polinske.
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Maria Polinske, (l) con sus padres y los tres hijos adoptados, Michael, Michelle y Amanda, poco después de su nacimiento en Torreón, Coahuila.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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Su madre adoptiva recordó que Michael era un bebé inquieto, que necesitaba atención. "Mi madre me decía:" Acércalo a tu cara, dile que tu madre está aquí, tu madre está aquí ... eso es lo que más recuerdo, aunque ahora es hace mucho tiempo ", dijo.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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Hora del baño para los niños de Polinske en Texas.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
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Cortesía de la familia Polinske.
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Los niños disfrutaron de una educación relativamente normal en en Midland, Texas, aunque los padres estaban preocupados por su situación legal no resuelta.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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A pesar de seis meses de papeleo y $8,000 en costos legales, los Polinskes nunca recibieron documentos oficiales de adopción ni pasaportes mexicanos.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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Estas fotos enmarcadas tamaño pasaporte de Michael, Michelle y Amanda, se sientan en una mesa en la sala de estar de Toni Polinske en Midland, Texas.
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Univision
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El certificado de nacimiento de Michael Polinske de Texas.
Crédito: Univision
Cortesía de la familia Polinske.
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John Polinske nació en Milwaukee, Wisconsin, en 1927, de polaco, alemán, irlandés, italiano y francés. Sirvió en el ejército estadounidense durante 19 meses durante la Segunda Guerra Mundial.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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Toni conoció a su esposo, John Polinske, en un baile en 1976. Salieron durante un año antes de casarse en Dakota del Sur en 1977. Se mudaron a Midland en busca de trabajo tras el auge del petróleo de esquisto en la Cuenca Permiana del oeste de Texas, una de las más grandes depósitos de petróleo y gas en el país.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
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Cortesía de la familia Polinske.
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Toni recuerda haberle dado a su esposo una condición importante. "Dos niños, eso es lo que quiero", le dijo ella. "No me interesan las riquezas, la felicidad, sí", agregó.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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John Polinske era 17 años mayor que Toni, tenía tres hijos de un matrimonio anterior y se había sometido a una vasectomía. "Entonces, dijimos, adoptemos", dijo Toni.
Crédito: Cortesía de la familia Polinske.
Cortesía de la familia Polinske.
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Retrato de la familia Polinske.
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Univision
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Un anuario escolar muestra a Michael, en la segunda fila, segunda de la derecha.
Crédito: Univision
Univision
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La orden de deportación de Michael en 2007 señaló que cuando ingresó a los Estados Unidos en 1986 "no fue admitido ni condenado a libertad condicional después de ser inspeccionado por un funcionario de inmigración".
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Courtesy of the Polinske family.
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Michael jugo con el equipo de fútbol en Goddard Junior High. "Jugué en todas las posiciones, lo que sea. Prácticamente nunca salí del campo", dijo Michael, quien ahora tiene 33. (En la última fila de la foto, segundo desde la derecha)
Crédito: Courtesy of the Polinske family.
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Univision
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La adopción de Michael Polinske finalmente fue aprobada por un juez de Texas en 2003.
Crédito: Univision
David Adams/Univision
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La Corte del condado de Ector en Odessa, Texas, donde finalmente se reconoció la adopción de Michael en 2003.
Crédito: David Adams/Univision
Cortesia de la familia Polinske.
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Michael con su hijo más pequeño, Michael Jr.
Crédito: Cortesia de la familia Polinske.
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El certificado de nacimiento mexicano de Michael a nombre de Michael Vito Martínez Caldera, fechado el 28 de agosto de 1985, un mes después de su nacimiento.
