Parte de la prefectura de Toyama dentro de Japón, nos encontramos con el Monte Tate, mejor conocido como Tateyama, uno de los picos más altos del país y de la región de las Montañas Hida con más de tres metros de alto y, junto con el Monte Fuji y el Monte Haku, se la considera una de las Tres Montañas Sagradas ( Sanreizan) de Japón.
Escalada por primera vez en el período Azuka por el explorador Saeki no Ariyori, el momento ideal para visitar esta maravilla de la naturaleza es entre Abril y Noviembre. Tateyama es también considerado parte del Parque Nacional Chūbu-Sangaku desde 1934.
Llegando a destino
En la base de la montaña podemos encontrar la ciudad del mismo nombre que esta imponente pieza geológica, y generalmente se puede acceder a ambos sitios desde la ciudad capital de la prefectura, Toyama, que es generalmente utilizada por todos los visitantes ya que los boletos de tren que nos llevarán a la montaña son relativamente económicos, pero recomendamos comenzar temprano el viaje para evitar los posibles climas fríos del anochecer.
Una vez dentro de Tateyama podremos tomar cualquier transporte público, que usualmente tarda unos 50 minutos en llegar a destino, que llevará a todo visitante hasta la estación que se encuentra dentro de la Meseta de Murodo a unos 2.450 metros, y desde ahí se puede subir el resto del recorrido de a pie sin inconvenientes, ya que la montaña está compuesta principalmente de granito y gneis.
Sin embargo, es importante advertirles que a dos kilómetros de la cima hay un pequeño estratovolcán, también llamado Tateyama, que suele erupcionar de vez en cuando, por lo que recomendamos que tengan cuidado.
Qué ver allí
Subiendo por la montaña, al pico de ésta nos podemos topar con el Altar de Oyama, en donde aquellos alpinistas reciben una bendición y sake tibio por parte de un sacerdote, además de que hay una zona de descanso en donde los visitantes pueden comprar comida, tragos, e incluso souvenirs.
Es importante destacar que Tateyama posee tres picos, el más fácil de escalar siendo el de Oyama, en donde luego encontraremos el altar, por lo que recomendamos que pidan en Murodo que les indiquen el camino correcto para evitar tener que ascender y descender más de una vez en el día.
En la Meseta de Murodo también hay varios puestos comerciales y un baño por si desean hacer una rápida parada previa al ascenso, además de tener también un manantial con aguas de sulfuro, cuyo olor se puede sentir mientras se sube la montaña.
Si el día no está nublado, posiblemente puedan ver las Cataratas Shōmyō (las más altas de Japón) en el camino hacia la meseta, un pequeño extra dentro de un viaje que posiblemente jamás olvidarán a uno de los destinos más bellos de toda Asia.
¿Habían leído algo sobre Tateyama o Monte Tate? ¿Qué pico de la montaña escalarían?