La Selva Negra (o como se le llama en alemán “ Schwarzwald”), es una zona montañosa con mucho bosque que queda en la parte suroeste de Alemania, con alturas que llegan casi a los 1500 metros y siendo un lugar de turismo natural por excelencia para los que van a esta parte del mundo.
Se le conoce por tres de sus características principales: los escenarios, la madera y los lugares altos. La madera es una de las fuentes de artesanía y economía de la zona, pero también por la fabricación de aguardiente de cereza y el reloj cucú que tantas personas quieren tener.
Viajar a la Selva Negra es una excelente idea para aquellos amantes del clima frío y la naturaleza. Se le llama así porque en tiempos anteriores el bosque era casi imposible de penetrar, pero desde el siglo 17 se empezó a vender la madera con mucha prudencia, para no acabar con el bosque por completo, pero esto permitió el paso.
El lugar tiene una mitología enorme, con historias y leyendas sobre brujas, hombres lobo, hechiceros y el diablo con muchos disfraces, todos viviendo entre los árboles, pero que gracias a los gnomos hay un poco de balance ente el bien y el mal. Extrañas historias, pero realmente interesantes.
Como turista puedes nadar en lagos naturales, usar parapente, globo, kayak, escalar, practicar equitación, surf y esquí. Pero también se puedes disfrutar al aire libre, hacer un poco de senderismo o ciclismo en las montañas. Puedes ir a las cascadas de Triberg, el río Danubio, los lagos Titisee y Schluchsee o subir la montaña más alta, el Feldberg.
¿No te encanta todo lo que está disponible acá? Visita la Selva Negra que hay muchísimo para disfrutar y llévate tu abrigo.