El Departamento de Calvados ocupa una gran y bella parte del norte de Francia, en la región de la Baja Normandía. Durante la Segunda Guerra Mundial fue en esas costas donde desembarcaron los aliados en el denominado Día D, cuatro de las cinco playas utilizadas están en su territorio: Omaha, Juno, Gold y Sword. Calvados se extiende sobre el Canal de La Mancha por unos ciento veinte kilómetros y muchos ríos llegan a desembocar allí.
Los ríos hacedores de paisajes
Los ríos más importantes son el Orne, que nace a poco más de 200 metros sobre el nivel del mar en La Perche y llega hasta la hermosa ciudad portuaria de Ouistreham, tras recorrer 175 kilómetros; el Río Touques, que brota en las cercanías de Champ-Haut a una altitud de 300 metros y recorre apenas algo más de cien para desembocar entre las localidades de Trouville-sur-Mer y Deuville, ambas predilectas de los turistas; el Río Aure, tributario del Vire, con el que se encuentra en Isigny-sur-Mer; el sinuoso Río Seulles que une el Bosque de Jurques con Coursuelles-sur-Mer y el Río Drôme que es uno de los afluentes del Aure.
Las ciudades más pobladas de la región son Caen, Hèrouville-Saint-Clair y Lisieux; mientras que la altura máxima la ostenta el Monte Pinson, con 365 metros. El clima es agradable durante todo el año, los inviernos son suaves y los veranos se atemperan por la cercanía del mar. Como cada parte de la Normandía es gran productora de leche, de una exquisita sidra y por supuesto del brandy de manzana más apreciado del mundo entero que lleva su mismo nombre, Calvados.
Playas, castillos y festivales
Las distintas zonas turísticas en las que está dividido el Departamento de Calvados son Le Bessin, La Plain de Caen, Le Bocage Virois, la Costa de Nácar, la Costa Florida y el Pays d’Auge. En sus bellas playas se practican todo tipo de deportes acuáticos y se puede disfrutar, además, de un simpático recorrido en un tren panorámico que parte de Deauville, o hacer equitación a pleno campo en Argence o bien saltar en paracaídas en Octeville-sur-Mer.
También están allí el Castillo de Balleroy, convertido en un interesante museo de globos aerostáticos y el Castillo de Vendeuvre, del siglo XVIII, con todo su mobiliario original y rodeado de maravillosos jardines con cantarinas fuentes. Cada año se celebran el Festival de Cine Americano (en Deauville) y el Festival de la Película Romántica (en Cabourg).
Calvados es ideal para pasar unas vacaciones tranquilas, aunque de lo más divertidas a la vez, ya sea en familia o con un grupo de amigos.
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