A pesar de que nosotros nos desenvolvamos bien entre aviones, guías turísticas y ambientes forasteros, muchas personas (especialmente nuestros mayores) aún mantienen ciertos prejuicios respecto a viajar al extranjero. En este artículo vamos a analizar algunos tips para viajar con quien nunca ha ido al extranjero, de modo que toda la familia se sienta cómoda e incluso inciten a otros a convertir el viajar en una nueva religión.
Extranjero pero similar
Si viajamos con alguien que viaja por primera vez al extranjero, lo primero que debemos evitar son los destinos demasiado diferentes a su país de origen, al menos la primera vez. Si eres español y eliges un país europeo, o argentino y te diriges a Chile, las diferencias culturales serán menores.
Jet lag
La diferencia horaria y sus consecuencias pueden sernos familiares pero no a nuestros primerizos acompañantes, de modo que, en lo que respecta al vuelo (otro frente a batir) lo mejor es que se trate de travesías cortas, que todo esté asegurado y que no implique comer demasiado en aeropuertos o a bordo.
Por otra parte, siempre es bueno llevar tapones para prevenir el mal de gravedad al aterrizar, tomar productos energéticos, mucha agua y, especialmente, aconsejar la ausencia de alcohol unos días antes si no queremos que nuestros seres queridos sufran un primer y fatal jet lag.
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Familiarizarse
Tras elegir el destino y asegurar la documentación (y confort), lo mejor será familiarizar a nuestro compañero con el destino. Para ello, nada mejor que un mapa y una guía donde, por ejemplo mientras volamos, la persona puede familiarizarse con aquello que va a encontrarse: monumentos, estilo de vida, gastronomía o entornos naturales. Debemos focalizar en los atractivos turísticos más que en la situación política o social, incitarles incluso a ver documentales "positivos" antes de volar y hablar maravillas del destino si ya nosotros hemos estado.

Nada de excesos
Viajar a un destino extranjero no tiene por qué ir ligado a numerosos tours ni, especialmente, demasiado equipaje. Cuando viajamos con demasiada carga este se vuelve más estresante, más si viajamos con alguien que ha crecido pensando en los aspectos negativos de viajar al extranjero.
Permitir días relajados, de paseos, tranquilos almuerzos y cierta ausencia de obsesiva planificación, ayudarán a ahorrarnos episodios nerviosos, a permitir que el primerizo turista se relaje y que disfrute de un entorno que no le exige moverse de forma frenética y que, por ende, provoque un rechazo a viajar nuevamente.
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Temas a evitar
"En ese país pueden robarme" o "¿allí cómo cocinan?", son frases típicas de personas que viajan por primera vez a nivel internacional, véase sin ir más lejos, el querido padre de este autor. La televisión, el cine o la radio son elementos que han introducido ciertos clichés o realidades excesivas ( y evitables) en la mente de muchas personas demasiado acostumbradas a su ciudad o país.
Asegurar que tales hechos como robos o intoxicaciones no tienen por qué ocurrir, puede ir acompañado de la correcta conservación de objetos personales en los bolsillos del pantalón, quizás una caja fuerte en el hotel, restaurantes donde sea visible el modo de cocinar o tenga bastantes clientes, son algunas medidas ideales para tranquilizar al viajero.
No es tu país
Muchas veces, algunos viajeros principiantes creen que el nuevo país se rige por las mismas normas que el suyo propio. Mismo idioma, gastronomía o rituales sociales, algo que, si bien puede asemejarse, nunca será igual. Mentalizar a nuestro acompañante con algunas palabras del idioma, hablar por ellos en hoteles o establecimientos y acompañarlos en la mayoría de momentos si tienen que realizar ciertas gestiones o aventurarse solos por ahí fuera es recomendable durante la primera vez ya que, en cierto modo, serán conocedores de los pocos riesgos que ofrece viajar fuera.
Nada que temer
Abrir el corazón y la mente es la actitud ideal para viajar al extranjero. Sustituir un "no lo entiendo" por "¿conoces alguna palabra en español?", agradecer una comida deliciosa, observar para maravillarnos con nuevos entornos y personas, contarles historias que los ubiquen mejor y susciten ganas por viajar a otro destino son tips esenciales para vivir la experiencia de viajar como un nuevo ejercicio personal, fuente de fresco conocimiento y el principio de una irresistible afición. Tal actitud suscitará, por otra parte, una reacción positiva por parte del país que nos recibe.
Viajar con quien nunca ha ido al extranjero depende de nuestra actitud como la de nuestro acompañante. Además, una buena planificación o la elección de un destino apropiado son las bazas definitivas para convertir esa estancia con nuestro ser querido en una experiencia inolvidable, quizás la primera de otras muchas juntos.