Discernir la intención y objetivos que se persiguieron al levantar estos majestuosos y para nada ortodoxos templos son una de las grandes cuestiones que ha tenido cavilando a más de un investigador, desde que este singular santuario de la India fuera descubierto en el siglo XIX, a las que probablemente te sumes tú también luego conocer algunos detalles de los sorprendentes y enigmáticos Templos eróticos de Khajuraho.
Historia de Khajuraho
Se calcula que fueron construidos entre los años 950 y 1050, en una cantidad de 80, pero actualmente solo quedan 22 templos en pie. Pese a la gran pérdida, los restos que se han conservado narran muy bien el mensaje que los antiguos dignatarios indios pretendieron dar, que no es otro que un exuberante monumento al amor, la pasión, la lujuria y el sexo.
Aunque cuando fueron descubiertos por un oficial británico, el capitán Burt, en 1838, se le adjudicó un sin fin de historias y explicaciones para su decoración a cual de todas más absurdas, se habló que podrían tratarse desde pararrayos, hasta un símbolo para espantar la mala suerte o enseñar el kamasutra.
Aunque hasta el momento no se ha podido determinar la razón de ser de estas construcciones, sí se puede afirmar que estas explicaciones no tienen ningún fundamento.
Significado de los templos eróticos de Khajuraho
Lo que sí es evidente es la intención que tuvieron los artistas de plasmar la lujuria a través de escenas pocas veces vistas e inigualadas en la antigüedad por lo vívido y directo de su mensaje. Parejas manteniendo relaciones sexuales en las más diversas posiciones, orgías grupales, imágenes de masturbación y hasta actos de zoofilia son solo algunas de las escenas que pueden admirarse en estos templos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque al decirlo suene vulgar, los Templos eróticos de Khajuraho nada tienen de pueril o bajo, sino al contrario, en ellos se han plasmado de forma digna y exuberante ideas que usualmente la humanidad ha tratado de esconder.
Los 22 templos que integran el santuario están rodeados por un muro al que solo se accede a través de 8 puertas, a poca distancia de la ciudad de Khajuraho, que antiguamente fuera capital del reino de los Chandella.
Realmente es una experiencia imperdible para deslumbrarse no solo con la pericia técnica que indiscutidamente poseen estos templos, ni tampoco por la delicadeza y fina terminación de cada una de las miles de figuras que decoran sus muros, sino por la innovación conceptual e ideológica que demostró el antiguo pueblo de los Chandella al decidir inmortalizar su paso por el mundo con estos increíbles monumentos.