El Condado de Heves está ubicado en el norte de Hungría, a cien kilómetros de Budapest; entre la orilla derecha del Río Tisza y las cadenas montañosas de Matra y de Bükk. Su ciudad capital es Eger.
Además del Tisza otros tres importantes ríos hacen que la zona sea fértil y llena de un exuberante verdor, el Tarna, ubicado al sureste de los Montes Matra; el Zagyva, de 160 kilómetros de recorrido, que vuelca su gran caudal en el Tisza en la localidad de Szolnok; y el Laskó.
Agua, bosques y rocas
En el límite sudeste del contado se halla el lago artificial más grande de Hungría, el Lago Tisza, de 127 kilómetros cuadrados; construido para controlar el nivel de agua del río de su mismo nombre; las obras comenzaron en el año 1973 y culminaron durante la década de 1990; su profundidad varía entre el metro y medio y los 17 metros y contiene varias pequeñas islas.
Para protegerlo, junto con su entorno natural, se creó la Reserva de Kisköre, muy visitada por el turismo.
Todo el condado cuenta con lugares maravillosos para conocer, tales como el Parque Nacional Bükk, en las montañas homónimas, cerca de Miskolc, con grandes extensiones de bosques, formaciones kársticas y cuevas en las que hay indicios de asentamientos prehistóricos.
Está también Parád, ubicada en el Valle de Parádi-Tarna, localidad famosa por la cantidad de manantiales de aguas minerales que posee.
Antiquísimas iglesias y castillos
Para evocar el pasado histórico debemos ir al Castillo de Eger, en lo alto de la Colina Várhegy, donde funcionan varios museos, el Panoptikum, que es un Museo de Cera; el Vármúzeum, que contiene toda la historia del castillo; el EgriKéptar, con sus exhibiciones de pintura y el Kazamaták, que nos introduce debajo de la propiedad, donde existe un importante sistema de túneles. O bien al viejo Castillo de Kisnána, al noreste, a 25 kilómetros de Gyöngyös; que dentro de sus murallas guarda una aún más antigua iglesia.
O al inmenso Castillo de Sirok, situado en los Montes Mátra, que data del siglo XIII y del que sólo quedan impresionantes ruinas; muchos más palacios y castillos se encuentran distribuidos por todo el condado, la mayoría de ellos dignos de ser recorridos, por su construcción, por los hechos ocurridos en sus cercanías y por los magníficos lugares en los que están emplazados.
El arte y la arquitectura religiosa están presentes en la Abadía Cisterciense de Bélapátfalva, al norte de la ciudad de Eger, a una altitud de poco más de 300 metros sobre el nivel del mar; la fachada de la iglesia es una muestra aún en pie del estilo románico, pero cuando se debió refaccionar el resto del edificio se utilizó el estilo gótico; de la vieja abadía, destruida en el siglo XVI, sólo quedan ruinas.
En Feldebró está la iglesia memorial que guarda la tumba del Rey Aba Sámuel, del siglo XI; el templo fue ampliado a tres naves pero la cripta original fue preservada.
Bellísimos paisajes, historia a cada paso, una gastronomía que gana fama día a día y la amabilidad característica del pueblo húngaro, nada falta en Heves para disfrutar de una excelente estadía.
¿Habían leído alguna vez sobre el Condado de Heves? ¿Visitarían esta región de Hungría?