Creo que no hay persona en este mundo que no disfrute de viajar. Conocer los paisajes de sitios tan lejanos, estar en contacto con una cultura distinta a la nuestra o simplemente transitar por un lugar en el que nunca antes hemos estado es una experiencia que enriquece nuestras vidas.
Más allá del destino que nos toque visitar o los kilómetros que tengamos que recorrer, viajar siempre será una opción más que bienvenida. Además de despejar nuestra mente y disfrutar de unos días alejados de nuestro hogar, hay más razones por las que viajar nos hace bien.
Obtienes independencia
Un viaje nos vuelve más maduros e incrementa nuestra capacidad de cuidarnos solos, especialmente si lo hacemos en solitario. Viajar sin compañía puede parecer aburrido, pero tiene su encanto: es un gran desafío para conocernos más a nosotros mismos y descubrir nuestra habilidad para adaptarnos a un nuevo lugar sin depender de nadie.
Somos más felices en casa
Viajar y pasar unos días viviendo en un hotel lujoso es tentador, pero no hay nada que se pueda comparar con nuestra propia casa. Quizá disfrutes de una estadía en una suite con todas las comodidades pero llegará el momento en que vas a querer volver a tu cama. Lo mismo sucede con la gente: cuando estamos lejos extrañamos a nuestros seres queridos y nos damos cuenta lo importante que son para nosotros. La distancia nos ayuda a darnos cuenta del valor de lo que tenemos.
Permite la reflexión
Estar en un lugar diferente y completamente desconectado de nuestra rutina, nos hace ver las cosas de otra manera. Viajar es una terapia que nos ayuda a reflexionar.
Construye relaciones
Compartir la experiencia de viajar con otra persona es una experiencia que, sin duda, hará más fuerte el vínculo que los une. Sea con una pareja, con un amigo o con toda la familia, recorrer nuevos lugares acompañado es una manera de fortalecer la relación.