
¿Alguna vez consideraste un viaje a Rumania? ¿Visitarías las tierras rumanas con uno de esos paquetes por 3 días? ¡Pues has hecho una buena elección! Sin dudas, Rumania es un destino muy original, con un incalculable valor histórico y cultural que va a deslumbrarte con propuestas que ningún otro país tiene.
Allí te espera el icónico Castillo del Conde Drácula, para que vivas la historia rumana con un toque de misterio; la belleza del Danubio, el segundo río más largo de Europa, y el arte de las calles de Bucarest, la capital de Rumania. Te recomendaría una estadía más prolongada, pero si tienes que conocer Rumania en 3 días, querrás aprovechar esas 72 horas al máximo y para ello, hoy voy a dejarte algunas ideas...comencemos el recorrido, ¡no hay tiempo que perder!

Primer día: arte, historia y cultura en el Castillo de Drácula
Como no puede ser de otro modo, te recomiendo comenzar las vacaciones con una visita al legendario y tétrico Castillo de Bran, conocido en el mundo entero como el Castillo del Conde Drácula. En realidad, este tenebroso e imponente castillo gótico fue el hogar de Vlad Tepes, un conde rumano del siglo XV que fue una de las figuras más importantes en la historia de la nación. Tepes era temido por sus peculiares técnicas de guerra, así como por todo el velo de misterio y oscuridad que reinaba en los alrededores del castillo.
Para defender la región, Tepes aplicó complejos métodos de tortura psicológica, los cuales incluían el empalamiento de sus enemigos, los cuales desmembraba y dejaba empalados a lo largo de los bosques de los Cárpatos. Además, era un hombre poderoso y sumamente violento.
Segundo día: el Delta del Danubio y su belleza natural
Entramos en la mitad de nuestras vacaciones, pero todavía queda mucho que ver en Rumania en 3 días. Dejamos de lado el misterio de los vampiros para irnos a la belleza del Delta del Danubio, uno de los ríos mejores conservados en Europa que la Unesco ha reconocido como Patrimonio de la humanidad.
Tercer día: disfrutar de Bucarest
Si viajamos a Rumania, no podemos omitir un paseo por la ciudad de Bucarest, capital y centro comercial, industrial y cultural del país. Su arquitectura llamativa y el aire cosmopolita que allí se respira determinó que, en algún momento, esta ciudad fuera conocida como “la París del Europa del Este”.
Bucarest en rumano significa “ciudad de la alegría”. Una de las atracciones de las calles rumanas son las fuentes. Cada añom, como parte de una campaña de la Asociación Rumana por los Problemas de Hemofilia, se coloca colorante rojo en sus aguas para generar conciencia acerca de los riesgos de esta enfermedad...¡observa nada más como luce!