Las escapadas de fin de semana o durante días festivos inesperados suponen una perfecta ruptura con la rutina y la posibilidad de descubrir nuevos destinos en un período reducido. Sin embargo, muchas veces subestimamos nuestro equipaje llenándolo de forma excesiva o cargando con maletas innecesarias. Es por ello que vamos a conocer qué tipo de maleta es mejor para un viaje corto.
Modelos de maletas para viajar
Una vez que sabemos nuestro destino y disponemos de los tickets de avión, lo mejor será conocer las medidas ideales de nuestra maleta de acuerdo a los parámetros de la compañía en la que viajamos. Si se trata de un viaje express y no disponemos de tiempo para consultarlo, lo mejor será hacerse con una maleta de 26 pulgadas y un bolso de mano para llevar en cabina con nosotros.
Si preferimos ahorrarnos tasas de facturación, lo mejor será hacerse con una maleta especial para viajar en cabina. De hecho, muchas de estas maletas están enfocadas a sortear las medidas de compañías low cost como Ryanair.

Si lo nuestro es un viaje de negocios, lo ideal será hacernos con una maleta tipo briefcase, la cual nos permite llevar nuestro ordenador y la documentación gracias a su tamaño portátil y un diseño interior que facilita el espacio para transportar lo imprescindible relacionado con esa reunión o congreso. Complementarlo con una de las maletas mencionadas anteriormente será la mejor opción.
Otra alternativa son las llamadas duffel bags, bolsa deportiva de forma cilíndrica que permite un espacio más flexible a la hora de cargar con imprevistos de última hora, si bien su tejido nos ayudará a llevarlo con nosotros en cabina al ser lo suficiente adaptable a espacios más limitados. No olvides que el correcto empaque y posición de nuestras pertenencias facilitará su capacidad e incluso puede hacer variar el peso.
Comodidad y ruedas
Si bien las anteriores maletas conforman un prototipo base para viajar, nuestro destino terminará de definir el tipo de carga que queremos llevar. Si viajamos a grandes capitales y debemos recorrer largas distancias entre subte y autobuses, las ruedas son un must en cualquier maleta a la hora de desenvolvernos en el nuevo destino. Una hardside permite acumular el suficiente equipaje como para cargar con las pertenencias tuyas y de tu compañero de viaje.
Una vez llegamos al destino, tener un bolso secundario siempre será apropiado para poder circular mejor por todos los lugares. Para ellas, nada mejor que una sling bag, especialmente para vacaciones en lugares frescos o costeros, ya que además de ofrecer un diseño cosmopolita (o quizás más informal), su amplio fondo permite cargar con lo esencial.
Para cenas o actos importantes, una envelope bag es la opción más cómoda y chic. Para ellos, una sling bag más deportiva o una mochila de hombro pueden convertirse en los mejores aliados.
Si nuestro viaje no tiene nada que ver con grandes ciudades y está enfocada a destinos más informales o aventureros, el must de toda ruta mochilera son los backpacks, ya que, además de ser un complemento que utilizaremos en todo momento, se adapta a todos los espacios, destacando también por su adecuada funcionalidad a la hora de cargar con alimentos, agua, documentación o incluso estera para dormir bajo las estrellas.
Elegir qué tipo de maleta es mejor para un viaje corto puede basarse en numerosos factores: medidas aeroportuarias para ahorrarnos disgustos y dinero, cantidad y funcionalidad, siempre en base al destino o ambiente de nuestra escapada. Si todo esto lo tienes claro, pero el problema viene a la hora de empacar siempre habrá aliados para resolverlo.
¿Sueles hacer viajes cortos? ¿Cuál es tu maleta predilecta?