Reconozco que uno de mis sueños es perderme en un laberinto de arbustos y sentir esa desesperante claustrofobia hasta encontrar la salida. Me atrae eso de sentirme por un segundo perdida en el mundo y pensar que no es posible encontrar la salida. Para lograr cumplir este sueño debería viajar a la triple frontera de Holanda, Bélgica y Alemania, en la ciudad de Vaals dónde se encuentra un enorme laberinto que justamente es el punto de unión de estos tres países.
Lleva el nombre de laberinto de Drielandenpunt y los arbustos que lo conforman sobrepasan la estatura del hombre, por lo que no puedes espiar para ver dónde es la salida.
Es un paseo ideal para la familia, puesto que la propuesta no es solo “perderse” en el laberinto sino que también incluye otras atracciones que lo transforman en una actividad tentadora. Además de las diversas bifurcaciones y callejones sin salida cuenta con paredes de agua que surgen desde el suelo y diversos trucos electrónicos que no tienen otra finalidad que confundir a quien se atreva a ingresar a este enorme laberinto.
En el centro del laberinto hay una torre que representa el punto de unión entre las tres naciones, y desde la que puedes observar todo el laberinto visto desde una altura panorámica. Si te desesperas y tras mucho intentarlo no encuentras la salida, un grupo de guías turísticos estarán cerca en el caso de que necesites salir eminentemente. A la salida del laberinto puedes descansar un rato en alguna de las tabernas que hay allí, bebiendo cerveza o tomando un café.
Por más información puedes ingresar en la página web de este increíble laberinto.