Pidieron que un libro fuera retirado porque 'incomodaba a la gente', ¿tú lo leerías?
¿ Hablar sobre racismo contribuye a que se perpetúe en las nuevas generaciones? Así lo han creído varios padres estadounidenses, quienes desde 2016 piden a las autoridades que el libro To Kill a Mockingbird ( Matar a un ruiseñor) de la famosa escritora Harper Lee, sea prohibido en las bibliotecas escolares.
Lo irónico del tema es que aunque varias instituciones educativas han cedido a la presión de los padres afligidos, la historia de Matar a un ruiseñor fue precisamente pensada para desarrollar empatía y dar ejemplos de lo dañino que resulta el racismo en diversos ámbitos.

La trama incluso se plasma bajo la perspectiva del personaje de Scout Finch, una niña de 6 años de edad: inocente y sin prejuicio alguno. A pesar de su corta edad, Scout cuestiona todo a su alrededor con una profunda ética.
La familia de la pequeña se compone de su hermano mayor Jem y su padre Atticus Finch, un respetado abogado en el pueblo donde viven. La vida para la familia Finch cambia cuando Atticus se dispone a defender a Tom Robinson, un hombre negro acusado sin pruebas de violar a una joven rica y blanca.

El pueblo repudia al señor Finch por atreverse a defender a Tom: recibe constantes amenazas de muerte, intentos de linchamiento contra su cliente y por si fuera poco, sus hijos son blanco de crueles burlas en la escuela. A Scout le cuesta entender por qué su padre es llamado "amante de los negros" y por qué es tan malo que defienda a Tom, después de todo es su trabajo usual como abogado.
A través de un reflexivo viaje de la mano de Scout, el lector empatiza con su familia y la obvia inocencia de Tom Robinson. A pesar de la controversia por la novela de Lee (fallecida en 2016), Matar a un ruiseñor es famosa por una frase en particular, retomada popularmente como un ejemplo de solidaridad:
En 1962, a dos años de haber debutado en librerías, la historia se adaptó a una película ganadora del Óscar. Gregory Peck fue el encargado de dar vida a Atticus Finch y Brock Peters interpretó a Tom Robinson.
A pesar de lo anterior, en la actualidad las quejas entregadas directamente a la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA). citan que la trama es ofensiva, uno de los mayores argumentos para prohibirla es que utiliza con frecuencia entre sus diálogos la palabra "Nigger".
"Nigger" (cuya traducción más cercana al español sería "negrato") es un término peyorativo y repudiado en Estados Unidos (en teoría). La también llamada "palabra N", se considera "símbolo actual de retroceso en materia de derechos civiles" de acuerdo a expertos como el abogado Randall L. Kennedy, de la Universidad de Princeton.
La novela Matar a un ruiseñor solía ser considerada indispensable en los planes de estudio de primaria y secundaria dentro de los EE.UU. La Coalición Nacional Contra la Censura (NCAC, por sus siglas en inglés) plantea que con el escrito, los niños hablaban abiertamente sobre problemas de discriminación y racismo bajo la guía de un profesor.
¿Qué opinas respecto a la prohibición de este libro en las escuelas? Frecuentemente la percepción popular indica de forma errónea que "si no se habla de algo, no existe", aunque luego lleguen los inevitables golpes de realidad.
Visibilizar conflictos de toda clase es imprescindible, y ser introducidos a ellos mediante la ficción, suele ser la mejor forma de entenderlos en la infancia, ¿no lo crees?
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