
Abordar un viaje por nuestro propio país siempre nos parece más fácil, especialmente porque burlamos aduanas, la gente seguirá hablando nuestro idioma y el presupuesto a gastar es, en teoría, mucho mas bajo que si viajamos al extranjero. La falta de dinero continúa siendo el principal motivo por el que en la gran mayoría de veces descartamos la opción de visitar esa isla griega o fundirnos con la selva asiática; algo más que posible cuando descubras que puedes viajar igual aunque no tengas dinero.
Bolsillos vacíos, viajes maravillosos

Cuando se trata de viajar, muchas personas deciden sucumbir al turismo nacional como una forma fácil y barata de vivir nuevas experiencias, aún si en realidad sigues soñando con poder viajar a esos lugares más lejanos y mágicos para los que tu cerdito de ahorros nunca parece lo suficiente preparado.
Sin embargo, entre los muchos beneficios que ofrece Internet en lo que respecta al mundo de los viajes, diversas herramientas se consolidan como perfectas aliadas para viajeros con presupuesto reducido que busquen vivir esa obligada experiencia de visitar otro país, fundirse con sus gentes y vivir nuevas experiencias sin gastar una fortuna.
Por qué, ¿y si te dijera que puedes hospedarte en casa de un anfitrión en cualquier país del mundo sin pagar un centavo? Couchsurfing es una plataforma que abarca hasta 200 mil ciudades en las que sus anfitriones ofrecen el sofá de su casa de forma gratuita. Sólo tendrás que contrastar las opiniones, registrarte con tu cuenta de Facebook y elegir tu parada en el país anhelado. Un servicio que, al igual que otros como BeWelcome, facilitan la estancia de cualquier visitante en un nuevo país, permitiéndole a su vez conocer a locales de la zona, asistir a reuniones sociales entre viajeros y, por supuesto, gastar más bien poco.
La segunda opción para viajeros atrevidos con poco presupuesto reside en redes como WorkAway, una plataforma presente en más de 155 países diferentes y que abarca hasta 22 mil anfitriones que ofrecen intercambios de trabajo en diversos lugares del mundo. Mediante un pago de 22 euros, el usuario puede acceder a miles de ofertas en las que, por ejemplo, podrás traajar construyendo un iglú en Finlandia a cambio de alojamiento y comida, ejercer de recepcionista en un hostel de la India o trabajar en una granja ecológica de Irlanda.
Lo ecológico, en concreto, es la especialidad de WWOOF, otra red de intercambio de trabajo enfocado al cuidado de granjas ecológicas alrededor del mundo, fomentando el conocido como wwoofing.
Estas dos últimas herramientas se convierten en perfectas soluciones para aquellos visitantes que pretenden no sólo obtener alojamiento y comida gratis, sino también introducirse en la cultura local de un país, entablar nuevas relaciones y vivir la experiencia desde una perspectiva mucho más auténtica.
Alojamiento aparte, viajar al extranjero de forma barata o incluso gratuita requiere algo de picardía y mucho de observación: menús o comida callejera en vez de suntuosos restaurantes, carpooling (e incluso autostop) a la hora de movernos, o visitas guiadas mediante los llamados city free tours, los cuales viven de la caridad del turista.
De esta forma, planificar un viaje acorde a todas esas herramientas que Internet y las nuevas tecnologías nos facilitan se convierte en algo mucho más abordable, confirmando los buenos tiempos que corren para esos soñadores atrevidos en busca de nuevas aventuras.
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Viajar es posible aunque no tengas dinero si sabes cómo, te planificas bien y haces uso de plataformas como Couchsurfin o WorkAway, dos formas de moverte, residir y descubrir ese nuevo país sin necesidad de altos presupuestos y viviendo la experiencia de forma más auténtica, incluso orgánica.
¿Te atreves?