Mi primera semana como estudiante internacional en Carolina del Norte
Como gran amante de los viajes que considero que soy, durante mi carrera siempre supe que querría aprovechar la oportunidad que mi universidad ofrecía de estudiar en el exterior.
Pero por diferentes motivos fui dejando el tiempo pasar, y en el último año decidí que debía hacerlo...
La espera…
Cuando ya había concretado todo, el día de mi partida parecía que no llegaría más. Pero ese momento por más lejano que pareciera, finalmente llegó.
Todo fue muy emocionante antes de partir, con despedidas sorpresas, muestras de afecto y saludos de muchas personas.
Sin embargo, lo más sorprendente de todo fue mi reacción ante la partida, muy diferente a cómo creía que iba a ser...
Cuando llega ESE día
En el momento en que me despedí de mi familia y amigas, sentí una sensación extraña, una mezcla de alegría y tristeza, ya que me di cuenta de cuánto los iba a extrañar.
Fue muy extraño estar por primera vez completamente sola en un aeropuerto, dependiendo 100% de mí misma.
Para empeorar mi shock emocional, tuve que tomar cuatro aviones para llegar a la ciudad que elegí en Estados Unidos, llamada Greensboro. No solo eso, sino que los vuelos se atrasaron y mi llegada a la ciudad se retrasó unas cuantas horas, arribando a las 12 de la madrugada. Y comencé a cuestionarme muchas cosas y si realmente resistiría allí esos 5 meses que me esperaban.
Aprendizajes únicos
Pero los días fueron poniéndose mejores, y una semana después es difícil describir todo lo que aprendí en tan poco tiempo. El contacto con culturas y formas de vivir tan diversas y diferentes a la mía fue maravilloso.
Además de informarme sobre los estilos de vida alrededor del mundo, por primera vez tuve la oportunidad de compartir con extranjeros cosas acerca de mi país, que de hecho noté cuánto sabía sobre él.
Y la vida universitaria norteamericana es muy diferente a la que una está acostumbrada, la vida transcurre 80% dentro del campus, el cual es muy hermoso.
No te dejes llevar
Lo que debo advertir a todas quienes deseen hacer un intercambio estudiantil o simplemente viajar solas por el mundo, es que al comienzo se sentirán bastante solas y echarán de menos su hogar y a sus seres queridos, incluso tal vez se cuestionen si tomaron la decisión correcta...
Pero ignoren todas esas voces interiores y sigan adelante, porque ese sentimiento desaparece instantáneamente y todo va poniéndose cada vez mejor y temes que tu viaje se haga demasiado corto. ¡Lo prometo!
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