Cuando se ha terminado el viaje y vas de vuelta a la realidad esperas llevar una pequeña parte de ese lugar que cautivó tu corazón y tus sentidos. Y siendo sinceros, no son suficientes las fotos y los videos que relatan cada uno de tus días de libertad. Entonces es hora de iniciar la cacería de souvenirs y todas las artesanías que puedas llevar.
Recorres todos los mercados y ferias artesanales que encuentras. Hay muchos y diversos tesoros que quieren ir contigo. ¿No sabes qué elegir? Llévate el icono del lugar, un mudo representante que explique de una forma precisa la belleza de tu destino favorito.
¿Viajaste a Rusia? Entonces, no olvides llevarte a casa una Matrioska.
La matrioska es un juguete muy popular en ese país. Llevan consigo un gran trasfondo cultural y el arte de un pueblo.
Su denominación deriva del nombre femenino " Matryona", el cual significa corpulento, robusto y rústico.
¿Y cuál es la particularidad de este singular personaje? Se trata de una muñeca “hueca” que en su interior lleva otra de menor tamaño, así consecutivamente hasta llegar a la más pequeña. Suelen representar familias. Las hay desde cinco “miembros” hasta las más osadas de 75 piezas.
Estas figuras son fabricadas en madera de tilo, álamo o abedul y son pintadas con gouache (un tipo de acuarela), óleos, aceites o témperas. Las más tradicionales representan a una madre usando un sarafan, que es una vestimenta típica, y llevan flores de la región como decoración. Sin embargo, con el tiempo se promovió el estilo personal de cada artista. Es así que puedes encontrar un gran variedad de estilos que van desde una representación de los líderes de la Unión Soviética hasta una del famoso Harry Potter.

Si bien es cierto, su origen no es netamente ruso, la idea se adaptó y nutrió ricamente de las costumbres de este país. El concepto de muñecos anidados llegó desde las islas honshu-Japón alrededor de 1980 en forma de una representación de los 7 dioses de la fortuna, quienes iban contenidos uno dentro del otro. Un diseñador de juguetes llamado Sergei Maliutin fue cautivado por el diseño y fue él quien creó el primer juego de Matrioskas, que fueron de 8 piezas.
Esta figura se volvió parte de la cultura popular, logrando inspirar creencias e historias relacionadas a ellas. El escritor búlgaro Dimiter Inkiow las retratós en un cuento donde le confiere personalidad propia y entreteje un relato cautivador y mágico a su origen. La tradición por su parte, le confiere la habilidad de cumplir deseos, otros piensan que simbolizan el calor de hogar, la esperanza y que su iconográfica nos refiere a la mujer, la fertilidad y la maternidad.
Sin duda alguna, un recuerdo que debe acompañarte a casa. Entonces ¿Qué esperas? Regresa de Rusia con tu Matrioska favorita.