Tal vez quieras visitar el exótico satélite de la cinta Avatar. Pues bien, al sur de la costa de Yemen encontrarás una isla perdida en el tiempo, cuyos árboles parecen traídos desde otro planeta y las hipnóticas playas abrazan el desierto. De modo que vamos a cruzar el Índico hasta alcanzar la mágica isla de Socotra.
Una isla de ficción
Situada más cerca de Somalia (80 km) que de Yemen (220 km), Socotra pertenece al gobierno yemení, a pesar de las constantes disputas con el llamado Cuerno de África por la posesión del territorio. Socotra es el nombre de la isla más grande de las cuatro que componen un archipiélago salpicado en el océano Índico.
Se la conoce popularmente como la isla de San Gustav, en honor al misterioso explorador que la descubrió, Gustav Peter Galle Daniels, si bien otros muchos la conocen como la Isla Alienígena o, simplemente, El Mundo Perdido. Y es que la isla de Socotra, debido a su alejada y peculiar ubicación, se nutre de un microclima árido tropical que engendró un particular ecosistema compuesto de 807 especies de animales y plantas de los cuales un tercio es endémico de la isla.
Uno de los mayores highlights naturales de la isla son unos árboles en forma de champiñón llamados Sangre de Dragón por su resina rojiza, al igual que los apodados "árbol botella" o "pepino" (foto de cabecera), de grandes y orondos troncos copados de flores desérticas. Estos árboles se antojan como los particulares vigías de la isla, salpicados entre cabos de aguas turquesas o páramos desérticos donde reina un silencio de 18 millones de años.
La comunidad de Socotra tiene apenas 50 mil habitantes que viven alejados del mundo. Algunos viven en pequeños pueblos, mientras el resto reside en la capital de la isla, Hadiboh, situada en la costa norte y el único núcleo que posee red eléctrica, red wifi u oficina de correos.
Joya del ecoturismo
Los paneles solares son utilizados en el resto de campamentos establecidos por las agencias turísticas que consideran Socotra uno de los mejores destinos para practicar ecoturismo. La ausencia de basura, el contacto con asociaciones de comerciantes que venden productos típicos, el uso de energía renovables o vehículos ecológicos son algunas de las características de cualquier tour a la isla.
Y es que Socotra es un paraíso atemporal en el que encontramos especies vegetales como los árboles comentados anteriormente, los cuales se cubren de grandes caracoles huidizos, una de las principales especies isleñas. Las tortugas de cuello largo (ideales de avistar entre enero y mayo), cangrejos hinchados, lagartos prehistóricos o buitres egipcios, simpáticas aves típicas de la zona, son otros atractivos de la naturaleza.
Los páramos desérticos se combinan con llanuras pobladas de una vegetación que parece ficticia, hasta abrirse ante extensas playas de agua turquesa y acantilados que parecen diseñados a voluntad del creador más anciano del mundo. Algunas de las mejores playas son Delicia, la más cercana a la capital, Dihamri para los amantes del snorkel o Ditwah, la cual hará las delicias de unos surferos que, por otra parte, deberán evitar los meses veraniegos debido a los fuertes monzones.
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La curiosa isla de Socotra es un paraíso ecológico entre África y Arabia cuyas fotografías posiblemente relacionemos nos hagan pensar en la película más exitosa de James Cameron, Burton o Kubrick. Pero lo cierto es que tal fantástica isla existe y permaneció tanto tiempo en el anonimato y la distancia que sus misterios engendraron las formas y paisajes más exclusivos del planeta Tierra.