Famosa por la hospitalidad de sus gentes, la belleza de sus paisajes y la riqueza de su historia, Estambul es una ciudad que ofrece autenticidad y magia al viajero que la visita. Podrás descubrir su rico legado cultural, aquel que dejaron en sus tierras varias civilizaciones. Si prefieres conocer una nueva cultura, vivir una experiencia emocionante, descubrir un nuevo punto de vista sobre las cosas, Estambul es tu destino.
Una panorámica histórica de Estambul
Todo aquel que visite Estambul, llegará al convencimiento de que esta gran ciudad no tiene nada que envidiar a Londres, Nueva York o París. Con más de 15 millones de habitantes, Estambul tiene la particularidad de formar parte de dos continentes, Europa y Asia, y como lo demuestran sus fronteras, ha sabido absorber gran cantidad de riqueza urbanística, histórica y cultural de ambos lados.
La fantástica Estambul, fundada por los griegos en el siglo VII antes de Cristo, destaca por su atrapante casco antiguo, con su horizonte oriental de cúpulas y minaretes, sus casas pintorescas de madera, y las aguas azules del mar de Mármara, divisable desde la zona sur de la ciudad.

La rica historia de Estambul nos recuerda que la ciudad actual no es más que la antigua Constantinopla, capital del cristianismo bizantino, antes de ser tomada por los turcos otomanos en 1453. Las imponentes huellas de este poderoso pasado se dejan ver en la Iglesia bizantina de la Santa Sabiduría, los espléndidos pabellones del Imperio Otomano, o el Palacio de Topkapi.
Terrazas, playas y cultura
Actualmente, la moderna y comercial Estambul, nos ofrece la posibilidad de tomar un trago en una azotea de moda, cenar un delicioso pescado del Bósforo en alguno de sus restaurantes, o quizá almorzar en alguno de sus típicos jardines a la sombra de una mezquita otomana.

El momento ideal para visitar Estambul, la tentadora capital de Turquía, pueden ser los meses de septiembre y octubre. Estos dos meses otorgan la gran ventaja de poder recorrer Estambul a pie, aunque si hace demasiado calor, en la ciudad es imposible quedarse inmóvil. En este caso, siempre podremos subirnos a un apasionante crucero por el Bósforo, sumergirnos en las cristalinas aguas del mar de Mármara, en algunas de las islas Princes, o si preferimos un baño de alta cultura, disfrutar de alguna ópera de arte contemporáneo en la zona asiática de Estambul.
Igualmente, considerando las incontables atracciones de Estambul, ingresar a un bazar de siglos de antigüedad, maravillarnos con la Iglesia de San Salvador de Chora, o contemplar la arquitectura única de la Mezquita azul, siempre será una excelente elección.
¿Estás dispuesto a dejarte maravillar por la milenaria capital de Turquía?