Pese a ser uno de los países mas pequeños del mundo, Luxemburgo se constituye también como uno de los más ricos, con un nivel de vida por habitante realmente envidiable. Con una geografía repleta de ondulaciones, en él los verdes bosques se entremezclan con pintorescas casitas que aun conservan su aire de antaño.
Estos panoramas pueden apreciarse hasta en la ciudad de Luxemburgo, donde el Palacio Ducal parece proteger desde lo alto toda la ciudad. Aquí te comentamos alguno de los más pintorescos lugares para visitar en Luxemburgo.
La Plaza de Armas
Esta plaza es sin dudas el lugar ideal para comenzar nuestra visita por el casco histórico de la ciudad de Luxemburgo. Además de los museos que se encuentran a su alrededor, como el Museo Histórico y el Museo Nacional de Historia y Arte, la Plaza de Armas nos abre las puertas para recorrer tranquilamente las callecitas que se van angostando a medida que nos alejamos del centro, y apreciar su pintoresca arquitectura que exhibe desde edificaciones medievales y construcciones góticas, hasta palacetes renacentistas.
Puente Adolfo
Cruzando el río Pétrusse, el Puente Adolfo es uno de los lugares más fotografiados de Luxemburgo. Enteramente hecho de piedra, con un gran arco, el puente se encuentra rodeado de un bonito paisaje. Une el Boulevard Real con la Avenida de la Liberté, y aunque tiene más de un siglo de antigüedad, aun se lo llama popularmente el “puente nuevo”.
Palacio Gran Ducal
Este es el edificio de gobierno y residencia del dirigente de Luxemburgo: el Gran Duque Enrique I de Luxemburgo. Como todo el país, el palacio también parece extraído de un cuento de hadas, realzando su belleza el hecho de estar rodeado por exquisitas casas y una de las plazas más bonitas de Europa. Desde el año de 1572 en que fue construido, este edificio ha concentrado la dirección de Luxemburgo, primero como ayuntamiento y después como Palacio Ducal.
Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo
Este es otro de los más significativos símbolos del país. Consagrada a Nuestra Señora de Luxemburgo por el mismísimo Papa Paulo VI durante el gobierno de la Gran Duquesa Carlota, la catedral de Luxemburgo es el principal templo católico del país, y en el interior de su bonita estructura gótica con toques renacentistas se puede aspirar un aire auténticamente embargante y misterioso.
Aunque Luxemburgo sea uno de los países más diminutos del mundo, en él se esconden varios lugares imperdibles que hay que visitar y que seguramente nos transportarán a un mundo mágico propio de los cuentos de hadas.