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Lord Howe, las islas del dios de los volcanes

1 Ago 2012 – 12:16 PM EDT
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En el Océano Pacífico, cerca de la costa Este de Australia, a casi igual distancia de las dos grandes ciudades de Brisbane y Sidney, están las bellísimas Islas de Lord Howe, que fueron descubiertas hacia finales del siglo XVIII. Son el fruto de la intensa actividad volcánica submarina que hubo hace millones de años en la zona.

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Conjunto de maravillas

El pequeño archipiélago está formado por la Isla de Lord Howe, que mide 1455 hectáreas, los Islotes del almirantazgo y la espectacular Pirámide de Ball, que es un espigón de roca basáltica con paredes que caen a pico y sólo las aves pueden visitar. Hay dos Parques Marítimos, a modo de reservas naturales, que protegen la biodiversidad del entorno.

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En estas islas se han descripto 219 especies de plantas vasculares, de las que más de un tercio son endémicas y entre ellas se destacan las palmeras y brezos gigantescos, formando parte del bosque tropical. Las palmeras de la especie Howea se exportan a todo el mundo, de hecho son las que estamos acostumbrados a ver en la mayoría de los paseos costeros e incluso en parques y plazas de zonas urbanizadas y constituyen la segunda entrada económica para los isleños, luego del turismo, por supuesto.

Un paraíso al alcance de tu mano

La fauna avícola marina constituye uno de sus rasgos más sobresalientes pues albergan cien mil parejas de “charranes sombríos”, en ellas se encuentra la mayor concentración de nidos existentes de “rabijuncos rojizos” y son, además, el único lugar de nidificación de los “petreles de Providencia” y de los “alcatraces enmascarados”. Su habitante plumífero más raro es un ave que no vuela, el “rascón silvestre”, del que se cree que quedan tan sólo unos treinta individuos en estado libre.

Las playas de arena dorada sombreadas por palmeras en Lord Howe son bañadas por cadenciosas y tranquilas aguas azules en las costas de bahías paradisíacas. Pequeños yates fondean en ellas para disfrutar de uno de los lugares más bellos del planeta, el marco rocoso otorgado por los oscuros montes Gower y Lidgbird (875 y 777 metros de altura respectivamente) es imponente y frente a ellas tenemos el arrecife de coral más austral del mundo, con unas cuatrocientas especies de peces de aguas cálidas.

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Nadar, bucear, navegar, trepar, escalar y disfrutar de largas caminatas es mencionar apenas una pequeña muestra de la gran cantidad de actividades que se desarrollan en este maravilloso rincón del mundo.

¿Conocían acerca de estas islas? ¿Visitarían Lord Howe?

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