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Let It Be: viaja al templo indio para venerar a Los Beatles

8 Ene 2018 – 01:14 PM EST

Mucho te sorprenderás si crees que el único lugar de culto a Los Beatles en el mundo es el famoso Abbey Road. En realidad, al norte de la India —en la ciudad de Rishikesh— hay una suerte de templo donde los amantes de esta popular banda británica veneran su recuerdo e invaluable obra musical. Y es que en 1968 los cuatro chicos de Liverpool hicieron un viaje al país asiático buscando expandir sus mentes a nuevos niveles, algo que estaba de moda en los 60, y precisamente se refugiaron en este santuario para practicar meditación trascendental de la mano del guía espiritual Maharishi Mahesh.

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Años más tarde, el lugar se cerró al público, pero de manera extraoficial continuó siendo un santuario para la gente que venía de distintas partes del planeta, del subcontinente inclusive, a prestar homenaje al grupo a través de imágenes, flores, grafitis y distintas manifestaciones artísticas. Así pasaron décadas, hasta que recientemente —para júbilo de los fans— el sitio fue reabierto como parte de un gran parque llamado Rajaji National Park, junto al río Ganges, a donde acuden turistas nacionales y foráneos en busca de la paz que semejante retiro natural ofrece.

El ashram Chaurasi Kutia y Los Beatles

En 1968, Los Beatles viajaron a la India en busca de nuevas influencias culturales y espirituales. Allí se dirigieron a Rishikesh —considerada la ciudad mundial del yoga—, donde los acogió Maharishi Mahesh, famoso maestro de esta práctica en esos años, en el ashram Chaurasi Kutia.

Muchas de las canciones más famosas de la banda, especialmente del Álbum blanco, fueron compuestas en este templo. Y es que allí los jóvenes pudieron introducirse en el universo de la meditación y también aprender a utilizar instrumentos indios, lo que resultó en un impacto profundo tanto para los ritmos como para los textos que realizarían a la vuelta. Con el pasar de los días hubo contrariedades con el Maharishi y, según se lee en los medios de la época, los músicos se decepcionaron de este hasta el punto de abandonar el país, pero, sin lugar a dudas, su estancia marcó un hito en la ciudad y en la vida y obra del grupo inglés.

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Los grafitis del ashram de Los Beatles

En los 70, el Maharishi Mahesh abandonó el santuario y desde entonces quedó vacío y sin cuidado. La hiedra creció y los edificios se volvieron ruinas. Sin embargo, ello no impidió que los amantes de la música de la banda consideraran que el   ashram de Los Beatles —como se le comenzó a llamar— era el templo indio donde venerar a los cuatro fabulosos. De todas partes del mundo y el país venían visitantes y dejaban sus huellas en los derruidos muros, que con los años se tornaron en grafitis y otras muestras artísticas, muchas de ellas verdaderamente interesantes.

Símbolos de la paz, alusiones a la banda, frases de homenaje... Nadie olvidaría las 40 canciones que Los Beatles compusieron en aquel sitio y que se verían reflejadas con colores en cada espacio en pie que quedara, incluso cuando la instalación tres décadas después se encontrara en un lamentable estado de deterioro.

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Restauración del templo

En 2016, las autoridades indias decidieron reabrir el ashram de Los Beatles. Se limpió todo el lugar de hierbas y desechos. Se repararon las celdas y pasillos de meditación. Se trajeron distintas aves y se plantaron árboles frutales y florales para embellecer tanto el parque como el santuario en sí. Pero sin dudas la mayor atracción del templo son los murales y grafitis, que aún permanecen y fueron restaurados para darle colorido al centro. Artistas notables se encargaron de decorar sus paredes y no se permitirá que nadie ajeno dibuje en ellas con el objetivo de preservarlas.

Los encargados del proyecto están enfocados en lograr que el lugar recupere su encanto original y atraiga más visitantes, por lo que se planea construir una escuela de yoga y meditación trascendental similar a la que recibiera a Los Beatles en los 60.

Este ashram es un sitio espectacular con un gran valor histórico no solo para los fans, sino también para la cultura de nuestro planeta, que se nutrió desde entonces de la música del grupo británico, marcada por ritmos y melodías del ancestral pueblo indio.

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