Las famosas Moeraki Boulders, mejor conocidas como las rocas Moeraki de Nueva Zelanda, se encuentran dispersas en la playa Koekohe Beach, zona ubicada 40 kilómetros al sur de Oamaru.
Dichas rocas pesan varias toneladas, tienen hasta cuatro metros de diámetro y llaman poderosamente la atención a nivel visual. Si uno quiere conocer lo exótico que este mundo tiene para mostrarnos el viajar a Nueva Zelanda en busca de las Moeraki es una gran idea.
Además de ser atractivas como espectáculo visual, las rocas tienen un halo de misterio vinculado a la leyenda y la curiosidad. Según los maoríes, el origen de las rocas se remonta a la venida de una gran canoa desde la lejana Hawaiki que se hundió cerca de Punta Cormorán (Matakaea).
El arrecife, que hoy se extiende hacia el mar, es según la leyenda maorí el casco de la canoa petrificado y las rocas representan las canastas de la anguila, calabazas, y kumaras que llegaron a la orilla tras el naufragio.
A nivel científico se afirma que estas rocas están compuestas por restos de calcio cristalizado hace unos 60 millones de años y que la erosión del mar habría sido la causante de que estas hayan salido a la superficie.
El visitar esta playa y apreciar estas rocas permite además disfrutar del resto del paisaje que ofrece la zona. Matorrales nativos, delfines jugando en las olas, una playa espectacular y un entorno mágico que acompañan estas curiosas formaciones y permiten a uno disfrutar de una naturaleza distinta.
Sin duda se trata de un sitio en el mundo donde lo extraño es la atracción y además la excusa para disfrutar de los muchos otros aspectos interesantes que tiene Nueva Zelanda.
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