Es posible que jamás hayas juntado suficiente valentía para subir a una de esas espeluznantes construcciones y tengas mucha curiosidad sobre qué se siente montar una.
Por el contrario, si eres aventurera y no le temes a nada, posiblemente hayas vivido en carne propia esta fantástica y a su vez temible experiencia de subir a una montaña rusa. Estas son algunas de las etapas que pasamos cuando subimos:
#1 ¡Imposible!
Tu primer contacto visual con el monstruo hacen que todas tus ganas se desvanezcan de inmediato.
El miedo se apoderó de ti y afirmas que jamás será posible que subas...
#2 Indecisión
Cuando comienzan a acercarse más y más en dirección a la bestia, se despiertan en tu cabeza pensamientos como...
''Si no lo hago, me arrepentiré'' o... ''Soy joven, ¡debo disfrutar de mi juventud!''
#3 Convencimiento
Luego tus amigas comienzan a insistir, y a llamarte 'miedosa'' y ''cobarde'', tú entras en su juego y de a poco te convences.
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#4 ¡Lo haré!
Finalmente, ante tanta presión te dejas vencer por tu orgullo y decides que subirás.
(Pero en lo muy profundo de ti no te crees eso hasta que estás arriba y no hay marcha atrás)
#5 ¿Qué hago aquí?
Una vez montada en el carro, tomas conciencia de la pésima decisión que has tomado, y comienzas a gritar y a arrepentirte de ser tan orgullosa...
Más información: Las mejores montañas rusas en Estados Unidos
#6 Comienza la acción...
El carro entra en movimiento y por supuesto que tienes los ojos cerrados... no quieres ver absolutamente nada y simplemente esperas que esa tortura llegue a su fin cuanto antes.
#7 Abres los ojos
Cuando el carrito toma la primera curva, abres los ojos, casi sin querer y ahí te encuentras...a 500 metros del suelo, con la boca hacia abajo, y aún sigues sin comprender nada de lo que está sucediendo; pero por algún motivo no cierras los ojos.
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#8 ¡Esto se pone bueno!
A medida que pasa el tiempo sientes que estás pudiendo aprovechar el momento, la adrenalina es fantástica y quieres más y más...
¡Te desconoces!
#9 Que no termine
De golpe, te das cuenta que la vuelta ha llegado a su fin, y te preguntas: ''¿Cómo es posible? ¡Fue muuuy emocionante!''
Quieres volver a hacerlo... una y otra vez.
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Subirse a una montaña rusa tiene estos emocionantes y contradictorios momentos. ¿A ti también te han pasado?