Su historia ha estado marcada por su situación fronteriza con Francia, Castilla, Aragón y el País Vasco, así como por su condición de escala vital en el Camino de Santiago.
Su territorio actual podría identificarse prácticamente con el del antiguo reino de Navarra. Fruto de esta historia es todo el patrimonio monumental que posee en sus diversos pueblos, y ciudades; lugares tan evocadores como Roncesvalles, donde Carlo Magno perdió la batalla; Artajona, villa de apariencia medieval, rodeada de murallas, Estella; conocida como la Toledo del Norte, por su rico patrimonio histórico-artístico; Olite, villa de aspecto medieval, sede de reyes navarros; Tudela, ciudad monumental, encrucijada de caminos entre Francia y España; y Pamplona, su capital, que fue fundada por el general Pompeyo y que hasta nuestros días ha guardado todo un poso de las culturas que en ella se asentaron.
Su artesanía y folclore son muy ricos, manifiestándose en todas sus fiestas populares. Las de los San Fermines, es la más conocida internacionalmente, que se desarrolla en Pamplona del 6 al 14 de Julio, o sus tan curiosos e interesantes Carnavales Navarros con sus típicos Zanpantzarrak.
Su gastronomía, basada en productos muy naturales elaborados a la más tradicional usanza, al igual que la de todo el norte español, es rica y variada, gozando de una gran reputación.