
Florencia, una hermosa ciudad italiana que puede ser dividida en dos partes. Una es la gran periferia y su marcado modernismo, la otra es la Florencia clásica, mucho más pequeña, que es obligatorio recorrer a pie de una orilla a otra del río Arno para disfrutar de sus veinticinco iglesias, de sus veinticinco palacios y de sus veinte museos que son extraordinarios.
Atracciones imperdibles en Florencia
No son sólo las piedras las que nos atraen sino las sombras ilustres de todos los que han hecho, entre los siglos XIII y XV, de toda Florencia, una ciudad única en el mundo. La primera cita podría ser la Piazza della Signoria, por un lado el David de Miguel Ángel (por supuesto que una copia, pero que por estar allí tiene más presencia que el original que se encuentra en la galería de la Academia); el Perseo, que cita Benvenuto Cellini en sus Memorias; la torre del Palazzo Vecchio, cuya silueta está presente en todos los acontecimientos históricos de la vida florentina y fuera morada de Cosme I de Médicis, gran duque de Toscana, uno de los últimos mecenas de la dinastía; su patio es una realización de Michelozzo, los frescos son de Ghirlandaio, de Bronzino y de Vasari; vagando por los bellos salones descubrimos el Genio de Miguel Ángel, bronces de Juan de Bolonia, telas de Botticelli, de Rubens, del Tintoreto, de Veronés y de Andrea Del Sarto, cerámicas pintadas por Andrea Della Robbia, retratos de Dante y de Petrarca.

Miguel Ángel y Da Vinci
Y ya llegando al final de la Piazza della Signoria nos sorprendemos con la Galería delli Uffizzi, uno de los primeros museos del mundo, donde disfrutaremos de la Primavera de Bottticelli. Y fuera veremos también la Fuente de Neptuno, de Ammannato y la estatua ecuestre de Cosme I forjada por Juan de Bolonia.
Es en Florencia donde el gran Miguel Ángel mientras diseñaba fortificaciones escribía sonetos; allí el genial Leonardo Da Vinci no sólo pintaba sino que imaginaba el helicóptero y el submarino; Giotto abandonaba temporalmente sus pinceles y frescos para convertirse en el arquitecto del Campanile del Duomo.
El Duomo. Con su revestimiento de mármol de tres colores, blanco de Carrara, rojo de Maremma y verde de Prato. Y la cúpula de Bruneleschi, que fuera la inspiración para la del Vaticano, pero que por su propia perfección hace parecer pesadas y torpes a todas las demás. Nada le falta a esta magnífica ciudad para que los amantes del arte caigan rendidos a sus pies.
¿Te gustan los atractivos culturales de Florencia o no te convencen para unas vacaciones en Italia? ¿Qué tipos de destinos te gustan?