Región salvaje y a la vez romántica... ¿Algo así puede existir? Pues sí, las tierras del norte de Escocia son pinturas de la naturaleza. En ellas se mezcla lo agreste con el tintineante colorido de las flores, el azul del cielo se refleja en el agua de los lagos pareciendo que se continuara en ellos. Pasearemos por lugares que nos quitarán el aliento y las maravillas naturales despertarán cada uno de nuestros sentidos al máximo. Tan bello todo como espectacular, nos deslumbrarán sus costas, sus pintorescas comunidades rurales y los increíbles paisajes de montaña con castillos incluidos. Nadie que las haya visitado las olvidará jamás.
Extraordinarios relatos naturales
La vida que desborda en ellas está representada por águilas doradas volando sobre las alturas, ciervos rojos descansando en los prados y blanquísimas gaviotas de colas negras pescando entre las olas y la arena de las playas. Viajes en barco nos acercarán a los delfines y podremos, también, ver ballenas y focas.
Cada paso que damos nos sumerge más en el cuento de hadas que nos leyeron, o leimos, en nuestra infancia. Podemos atravesar tanto mágicos jardines como bosques misteriosos realizando caminatas, podemos jugar al golf en campos que la misma naturaleza diseñó y hasta podemos pescar los mejores salmones del mundo, según dicen. Todo lo que nuestros ojos vean nos enamorará del lugar.
Lugares sorprendentes
En Wester Ross los caminantes y los escaladores son los que disfrutan al máximo; en Attadale los amantes del mundo vegetal encuentran los jardines más expléndidos con especies verdes traídas de todo el planeta; en Gairloch quienes practican golf serán los privilegiados, así como quienes gustan de avistar ballenas; en la isla de Handa los avistadores de aves pueden ver colonias enteras de ellas; Clashnessie, Clahtoll y Achmelvich son ideales para los playeros.
En el noreste las montañas nos ofrecen los ondulados paisajes de Flow Country; los pueblos principales son Thurso y Wick, allí se puede visitar la Destilería Pulteney o el Museo Wick Heritage.
En Black Isle, Easter Ross y Mid Ross las villas históricas conviven con los campos agrícolas, las costas con delfines y las bellas montañas (con sus sendas para bicicletas) en perfecta armonía. En Balintore la Shandwick Stone es visita obligada. Tantos atractivos reunidos en un solo lugar. ¿No son las Tierras Altas un lugar soñado para disfrutar de unas vacaciones inigualables?
¿Has visitado Escocia? ¿Cuál es tu región favorita de estas fantásticas tierras?