Templo de San Pedro es el nombre actual dado a la Catedral de San Pedro, en la ciudad de Ginebra, Suiza, luego de la Reforma. Está situado en el punto más alto de la ciudad (404 metros sobre el nivel del mar), dentro de su barrio más antiguo. En su emplazamiento hubo anteriormente un templo romano y algunas iglesias de los comienzos del catolicismo. Sobre ellos es que se construyó, entre los años 1150 y 1232, la actual iglesia de estilo románico en la que se incluyeron elementos del gótico.
Las columnas griegas
Sus dos torres principales jamás fueron completadas. El frente original fue reemplazado a mediados del siglo XVIII por un pórtico de seis columnas corintias, por lo cual ahora el exterior no se condice con la parte interna del templo. Otras restauraciones tuvieron lugar a fines del siglo XIX y a mediados del XX.
El interior posee una longitud de 64 metros, e impresiona por sus armoniosas proporciones y la austera simplicidad características de todas las iglesias pertenecientes al calvinismo. La nave está dividida en pasillos por grandes pilares y el coro termina en un ábside semicircular.
De los siglos XV y XVI son las tumbas de los eclesiásticos y dignatarios que están contra las paredes laterales. Frente al último pilar del pasillo norte está la silla triangular utilizada por el reformador Calvino.
Siglos de arte e historia
En la esquina noreste está la Capilla Nassau; en la noroeste la Capilla Rohan, donde descansan los restos del Duque Henri de Rohan, líder del protestantismo francés durante el reinado de Luis XIII en Francia y adjunta, en la esquina sudoeste, se alza la Capilla de los Macabeos.
Los vitrales que pueden verse en el templo hoy en día son copias de los originales, realizados en el siglo XV, los cuales están albergados en el Museo de Arte e Historia de Ginebra.
En la galería ubicada sobre la entrada al templo hay un órgano construido entre 1962 y 1965 que cuenta con seis mil tubos. Recientes excavaciones arqueológicas realizadas debajo del templo dejaron al descubierto un extenso laberinto, evidencia de que hubo anteriormente otros asentamientos cristianos en la colina. Una hermosa construcción religiosa dentro de la bella ciudad de Ginebra, a orillas del no menos encantador Lago Léman, para disfrutar de una merecidas vacaciones en las que abundará, más que ninguna otra cosa, la paz.
¿Visitarían el Templo de San Pedro? ¿Qué les parece este sitio en Ginebra?