
El Sitio Arqueológico de Cartago está situado en Túnez, en el norte del continente africano. La bella ciudad fue fundada por fenicios llegados desde Tiro en el siglo IX antes de Cristo y llegó a ser por un tiempo más importante incluso que Roma dentro del Mediterráneo. Adelantada para su época contaba con un completo sistema de alcantarillas y edificios de hasta siete pisos.
Una población indomable
Su gran auge le trajo problemas puesto que Roma se enfrentó con ella y la destruyó por completo en el año 146 a.C. La valiente población de casi un millón de habitantes se defendió resistiendo un asedio de seis días y los soldados romanos debieron avanzar casa por casa y calle por calle para derrotarlos, tal era la resistencia que oponían.
De ellos sólo quedaron con vida unos cincuenta mil y fueron vendidos como esclavos.
Todas las cosas de valor fueron embarcadas rumbo a Roma, que acabó así con la que fuera una gran cultura.
En el año 29 a.C. los vencedores la reinstalan con el nombre de Julia Cartago y la convierten en capital de la provincia de África (que comprendía la actual Túnez y la región costera de Libia), desde su puerto se llevan entonces todo el trigo cosechado allí hacia Roma. Protegían la ciudad tres murallas, de unos veinticinco metros de alto por diez de ancho.
Se desplegaba desde la Colina Byrsa, en la cima de la cual estaban la fortaleza homónima y el Templo de Eshmún y seguía laderas abajo con las viviendas aristocráticas, en la periferia diversos barrios se ocupaban de las tareas económicas.
Por ejemplo el de Salambó, que era el centro político y económico, en la zona más cercana al mar, unido al puerto comercial por tres avenidas que bajaban hacia él; y el de Megara, al noroeste, que era un amplio suburbio con casas rurales, campos cultivados y jardines.
Una ciudad con dos puertos
El puerto comercial y el puerto militar eran el resultado de una gran obra de ingeniería pues fueron construidos artificialmente, estaban unidos entre ellos por un estrecho canal navegable y podían cerrar su entrada (de 21 metros de ancho), en caso de peligro, mediante una gruesa cadena de hierro.
El primero tenía forma rectangular y el segundo circular, éste albergaba en sus aguas una isla artificial que era sede del almirantazgo y podían anclar en sus radas más de 200 barcos de guerra. Entre sus edificios notables había un circo o coliseo, un teatro, un anfiteatro y las conocidas Termas de Antonino ubicadas junto al mar.
Sus ruinas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1979 por la UNESCO, en ellas se encontraron bellos mosaicos que se conservan en el renombrado Museo de El Bardo, en la ciudad de Túnez.
Su excelente ubicación y tantas culturas que pasaron por ella le fueron dejando un impronta de sí mismas y eso se puede ver hoy en sus restos arqueológicos, una majestuosidad y un orgullo que ninguno de los invasores pudo aplacar.
¿Han visitado alguna vez el Sitio Arqueológico de Cartago? Si no, ¿lo visitarían?