Más conocida por su tribunal o como sede de más de 150 organizaciones internacionales y la fuerte presencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), La Haya no puede disputarle el lugar a Amsterdam como la ciudad más visitada de Holanda, pero tiene el mismo encanto que la capital holandesa.
Nuestro paseo por la capital administrativa de los Países Bajos debe comenzar en el Binnenhof, un conjunto de edificios que ha sido el lugar del Parlamento holandes. En una de sus salas, específicamente en Ridderzaal, la reina brinda su discurso anual. Este magnifico predio está rodeado por espacios verdes que sirven de punto de encuentro para los habitantes de la ciudad. No podemos dejar de observar la fuente neogótica ubicada en la plaza principal.
Saliendo del Binnenhof nos debemos una visita a la galería real de pinturas, uno de los mejores museos del país. Su verdadero nombre es Mauritshuis debido a que su construcción se ordenó para el conde Mauricio de Nassau en 1640. De arquitectura clasicista, este museo cuenta con obras de Rembrandt, Vermeer y Steen.
La iglesia principal se llama Grote Kerk. Construida en 1450, ha sido escenario de importantes bodas y bautismos de la realeza holandesa. Sin embargo, el templo más pintoresco es Kloosterkek, una antigua capilla que fue parte del monasterio dominico. No podemos dejar La Haya sin ver el mítico Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia de la ONU, principal atractivo para los estudiantes de derecho que cada año visitan este lugar.
Con su impronta muy señorial, esta ciudad se merece más de una visita para lograr conocer cada rincón, por supuesto, lleno de cultura.