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El Coliseo, centro de diversión y de dolor.

20 Abr 2007 – 05:19 PM EDT
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La quinta de las candidatas para el concurso de Maravillas del Mundo Moderno está ubicada al centro de la gran ciudad de Roma y es tan famosa que todos la hemos visto alguna vez: El Coliseo Romano.

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Construido durante el siglo I el Coliseo es el resultado de la ambición de tres generaciones de emperadores del que en esas fechas era el mayor imperio sobre la faz de la tierra. ¿Y qué buscaban estos emperadores al demandar la gran construcción? Simplemente diversión y sangre.

El Coliseo está dividido en dos, dos partes y dos sentimientos, tan antagónicos como antiguos. El las arenas de este grandioso edificio se desarrollaron verdaderos baños de sangre con luchas entre fieras salvajes traídas desde todos los extremos del imperio; sacrificios en que reos y esclavos eran entregados a los animales salvajes y luchas a muerte entre gladiadores en busca de gloria.

En las tribunas y los palcos era otra la realidad. Alrrededor de 50 mil espectadores entre los que solía estar el emperador de turno disfrutaban como en un circo de las masacres y de la sangre derramada más abajo. Como en un estadio de fútbol, coreando cánticos, aprobando o desaprobando el accionar de sus héroes en la arena, pero con la muerte como fin para la máxima emoción y diversión. Se calcula que bastante más de medio millón de personas dejaron la vida en la arena del Gran Coliseo.

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La arquitectura de este edificio lo convierte en una verdadera obra de arte que superpone los estilos toscano, jónico y corintio además de un cuarto estilo compuesto. Las estructuras laberínticas de los calabozos y mazmorras que solían estar en el subsuelo dejan ver la complejidad del espectáculo que aquí se montaba.

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Hoy por hoy, el edificio se mantiene iluminado durante 48 horas cada vez que en algún lugar del mundo una persona es condenada a muerte, en honor a los caídos en sus arenas. Si bien el edificio ha sido permanentemente refaccionado y restaurado, la solidez de la construcción lo ha hecho perdurar en los siglos hasta convertirse en el símbolo por excelencia de la cultura romana.

Para la UNESO, el Coliseo de Roma representa dos sentimientos tan distintos como importantes, la diversión y el sufrimiento, la alegría de un pueblo de sangre fría, y el dolor de esclavos y gladiadores en busca de fama y honor.

El próximo Martes podrás enterarte más sobre otra de las candidatas: El Cristo Redentor de Río de Janeiro.

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