Nos dirigimos hacia el norte de uno de los destinos más pintorescos de toda Europa Central, Luxemburgo, bien al norte del país, donde aún hace frío y necesitas de una bufanda y de un té caliente para templarte. Concretamente, nos dirigimos a Clervaux.
En un paseíllo por esta vistosa comuna imposible es no rendirse ante un edificio que atrae toda la atención. El Castillo de Clervaux, con su sencillez e inconfundible estilo se nos presenta como una construcción de referencia que merece la pena visitar. ¿Nos acompañas?
Este castillo feudal data del siglo XV, y es testigo aún viviente (y en un óptimo estado de conservación gracias a los trabajos de restauración de los que ha sido objeto) del poder de los caballeros de la zona, el cual se extendía desde Vianden hasta Prüm.
El Castillo de Clervaux mantiene tres pequeños museos, uno de los cuales exhibe una muestra de coleccionables de la Batalla de las Ardenas, y otra dedicada a la memoria de las víctimas del Holocausto Nazi. Detrás del castillo puedes encontrar un camino que te dirigirá al monasterio, otra atracción destacable de Clervaux.
Por más información visita el sitio oficial de turismo de Clervaux.