El antiguo Monasterio de Khor Virap está ubicado a los pies del imponente Monte Ararat con su blanca cumbre, a treinta kilómetros hacia el sur de la ciudad de Ereván, la capital de Armenia. Es un famoso centro de peregrinación que recibe visitantes de todo el mundo, debido a la leyenda de San Gregorio, el Iluminador, que estuvo encarcelado muchos años allí antes de curar al rey de una afección mental que padecía.
La iglesia de la Santa Madre de Dios
Tiridates III al verse finalmente libre de sus padecimientos, abrazó la Fe e instauró el cristianismo como religión oficial. Ello ocurrió en el año 301, por lo que fue Armenia el primer país oficialmente convertido y el humilde sacerdote, sobreviviente de aquel cruel encarcelamiento, fue nombrado Obispo de Cesarea de Capadocia, permaneciendo al servicio del rey hasta el año 314.
El nombre del monasterio significa “pozo profundo”; en el siglo VII se levantó, sobre el que fuera el calabozo donde San Gregorio padeció durante trece años, una pequeña capilla en piedra caliza blanca que fue más tarde destruida. En el año 1662 se erigió la actual Iglesia de la Santa Madre de Dios (San Astvatsatsin), donde funciona también un Seminario Teológico. El pozo aún existe, mide casi cuatro metros de diámetro y tiene una profundidad de seis metros; puede ser visitado descendiendo por una angosta escalera de metal.
El Ararat y el Arca de Noé
Desde el emplazamiento del monasterio, cerca del poblado de P’ok’r Vedi, casi en la frontera con Turquía, se tienen las mejores vistas del Monte Ararat para disfrutarlo y tomar fotos del maravilloso paisaje. Extensos campos verdes y fructíferos viñedos rodean los viejos edificios y el Río Arax (o Arakas) corre tranquilamente entre ellos.
En la actualidad se están realizando excavaciones arqueológicas por todas las colinas circundantes, con el fin de hallar el emplazamiento exacto de la ciudad de Artashat, que fuera en aquel tiempo la capital de la Dinastía de los Tiridates.
El día de la liberación de San Gregorio se sigue celebrando, especialmente en la Catedral que se le construyó en Ereván. Los turistas, atraídos por la leyenda y la tradición del sitio, cumplen con el ritual nada ortodoxo de proceder a la suelta de palomas, para ver si alguna de ellas se dirige hacia el Monte Ararat, rememorando la historia de Noé y su célebre arca.
¿Les gustaría visitar el Monasterio de Khor Virap? ¿Cuál creen que es su mejor característica?