Mundo

Descubriendo los chapulines de Oaxaca

4 Abr 2011 – 10:19 AM EDT

Como dice el conocido refrán: “si la vida te da limones, haz limonada”. En Oaxaca, México, donde existe una gran cantidad de plagas devoradoras de cosechas, los lugareños preparan chapulines tostados, es decir, cocinan saltamontes condimentados con un poco de ajo y limón, y los venden en los mercados a un precio aproximado de cinco dólares el medio kilo, lo cual representa un gasto considerable para una región bastante empobrecida.

Publicidad

También es una clara evidencia de la popularidad de estos insectos en el país, según comenta Jeffrey Cohen, un antropólogo de la Universidad Estatal de Ohio que se encuentra en México estudiando el consumo de chapulines con el patrocinio de la National Geographic Society.

Su primer contacto con este exótico manjar se produjo en Oaxaca, cuando le ofrecieron saltamontes en una tortilla de maíz. “Son ligeramente amargos, pero sabrosos”, recuerda.

Más tarde, su interés académico creció cuando descubrió que el aprecio por estos bocadillos es tan profundo, que varios oaxaqueños los exportan para su venta entre compatriotas que viven en los Estados Unidos. Pero tal vez estos consumidores permanecerán en el extranjero sólo por una temporada o dos, porque como dice otro refrán, en este caso oaxaqueño: “si comes un chapulín, siempre habrás de regresar a Oaxaca”.

Publicidad