Marruecos es el país más turístico del Magreb y uno de los destinos exóticos más cercanos especialmente para los europeos que quieren perderse en el desierto, comprar en sus zocos y dejarse seducir por la inspiración de las Mil y Una Noches. Sin embargo, debemos tener en cuenta nuestro viaje a un país de mentalidad y cultura distinta a la occidental, he aquí algunas consejos para viajar a Marruecos.
Antes de viajar

Si nos disponemos a viajar a Marruecos lo ideal será meter en nuestra maleta ropajes suaves y calzado fresco o deportivo si vamos en algunos de sus numerosos meses de calor. Si las mujeres pueden llevar ropa tapadas siempre será mucho mejor debido a la mentalidad árabe respecto al sexo femenino, aunque quizás sea de los países con más mente abierta de todo el Magreb.
Debemos llevar dinero en efectivo repartido entre maleta y billetera y acordar con nuestro banco una cantidad monetaria disponible a retirar cada semana, pues algunos bancos bloquean por seguridad las cuentas bancarias cuando estamos en un país extranjero y puede suponernos un quebradero de cabeza a la hora de hacer un retiro urgente o que no habíamos planeado.
Si tenemos algún conocido, especialmente árabe, que viva en Marruecos siempre será mejor ir acompañado por él a la hora de hacer turismo ya que los mercaderes y comerciantes nos respetarán más y evitarán estar ofreciéndonos servicios constantemente, especialmente en las medinas o cascos antiguos de las ciudades.
Respecto a la documentación será importante llevar anotadas las coordenadas del hotel pues nos pedirán esta información al llegar al aeropuerto de Marruecos para permitirnos la entrada al país. No son obligatorias las vacunas. Tampoco debemos olvidar llevar una bolsa o maleta vacía, pues Marruecos es un particular paraíso de las compras.
En el destino
Si queremos viajar de forma económica y conocer a fondo la cultura del país, lo más recomendable es el hospedaje en un riad, una típica casa marroquí con patio interior en torno al cual giran los balcones con habitaciones, todo ello ornamentado de la típica vegetación como palmeras o jazmínes.
Algunas ciudades marroquís, como Marrakech, reúnen todos sus encantos en la llamada medina o zona antigua, siempre amurulladas y llena de comerciantes que intentarán aprovechar la mínima ocasión para atraernos y hacernos comprar algo. Nunca debemos seguirles si no es necesario, no sólo por cierto peligro sino porque este comerciante va a hacer todo lo posible por conseguir algo de dinero. Será muy amable al principio pero generalmente lo son hasta que han conseguido unas cuantas monedas.
A la hora de comprar en los famosos zocos y bazares de Marruecos, el ritual a seguir siempre es el regateo. El comerciante nos propondrá un precio base que podremos ir disminuyendo hasta llegar a un acuerdo. Generalmente si el precio final que nos propone no nos satisface, podemos optar por decir que no nos interesa y él nos lo dejará a un precio aún más razonable.
Viaje al desierto
Viajar al Sahara o sus alrededores es otro de los obligados cuando se va a Marruecos. Muchas agencias ofrecen tours a Zagora, en los lindes del desierto, o incluso hasta el interior del mismo. Podemos tomar referencias por internet a la hora de elegir el tour adecuado pues muchas veces pueden no ofrecer finalmente los muchos servicios que aseguran tener en un principio.
Tenemos que llevar ropa cómoda para el desierto, abrigada con camiseta debajo (pasaremos del frío del Atlas al calurosos desierto en cuestión de horas) y botellas de agua, pues los puntos habitados en el trayecto suelen estar bastante alejados. También es esencial un saco de dormir pues muchas veces se duerme bajo carpas en el desierto donde nos vendrá mejor estar lo más cómodos posible.
Marruecos es un país de exotismo, riqueza cultural y numerosos atractivos en el que si se tienen en cuenta algunos de estos consejos sólo debemos dejarnos llevar, montar en camello, comprar algunas de las reliquias de sus bazares y probar un buen tagine o cous cous.
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia en Marruecos?