“ Venecia es como comerse una caja entera de chocolates envinados de una sola vez”. Así lo vivió el famoso escritor norteamericano Truman Capote, y creo que su semejanza expresa a la perfección lo que se siente cuando se visita esa pequeña ciudad flotante.
Pero muchas veces les hablamos de Venecia, de la Plaza San Marco, de las góndolas y los gondoleros, del Ponte Rialto y del Carnaval de máscaras que se despliega por cada angosta callecita hecha de agua. Hoy los invito a conocer otros sitios menos conocidos pero igual de maravillosos dentro de Venecia. ¿Alguna vez escucharon hablar de Burano? Si estás harto de lidiar con tantos turistas y buscas respirar algo más del aire que respiran los venecianos día a día, te recomiendo hacer una escapada a esta pequeñita isla de la laguna veneciana, situada a tan solo 7km de Venecia. Súbete a un vaporetto y sumérgete en sus colores y encanto.
Si hay algo que caracteriza a Burano es el múltiple colorido de sus fachadas, lo cual convierte a esta pequeña isla en un sitio único. Pareciera creado por un artista. Una mezcla entre el arte, historia y belleza natural.

No esperes encontrarte con atractivos ni grandes obras de arte. Simplemente dedícate a pasear, tomar fotografías y admirar la belleza propia de Burano. Los habitantes que son solamente 7 mil, se dedican a la pesca los hombres y al encaje las mujeres. Son increíbles las piezas de encaje de hilo que puedes obtener de elaboración artesanal en esta isla. Es más, puedes visitar el Museo del Encaje, y admirar todo lo que se puede llegar a ser capaz de crear.
Por más información puedes ingresar al portal web oficial de Burano siguiendo el enlace.
Aquí te dejo algunas fotografías para que te enamores de esta isla incluso antes de ir.
